Antes del duelo contra Bolivia, Rómulo Otero solo había disputado 48 minutos durante el ciclo de Rafael Dudamel, y Jhon Murillo aún esperaba por su primera oportunidad.
Ambos atraviesan un buen presente en el plano individual con sus clubes y el pasado jueves aprovecharon la titularidad en la Vinotinto, confirmándose así como dos cartas importantes para lo inmediato y especialmente para el futuro, por su juventud: 24 y 21 años, respectivamente.
Otero trasladó, desequilibró, sacó faltas a favor, asustó al meta Carlos Lampe con sus remates de pelota quieta, asistió y marcó el quinto de Venezuela. “Tomó la batuta, un rol protagónico importante y le aportó mucho a la selección”, comentó Dudamel tras la goleada sobre Bolivia.
“El presente de Rómulo en su club es muy diferente al de hace dos meses”. Así lo dicen los números: ocho partidos como titular y más de 600 minutos en las últimas cuatro semanas con Atlético Mineiro de Brasil.
El mediocampista sabía que se jugaba mucho en Maturín. “Todos me lo decían, Dani, Alexander, ‘esta es tu oportunidad’, y estaba muy enfocado en dar lo mejor de mí, y gracias a Dios salió todo como queríamos”, soltó Otero en la zona mixta del Monumental.
“Corrimos, corrimos, corrimos y, a pesar del estado de la cancha, tratamos de jugar, y el resultado se da por mérito de nosotros”, opinó con respecto al desarrollo del compromiso.
Por su parte, Murillo desbordó una y otra vez por la derecha y su participación fue clave en el gol que abrió la cuenta y en el que la cerró.
“Estoy muy feliz por la oportunidad, siento que llegó en el momento indicado, porque venía haciendo las cosas bien en mi club (Tondela)”, declaró el veloz extremo.
Este sábado los vinotintos cumplieron su segundo entrenamiento en Quito, en el Complejo La Armenia.