Por Pablo Fernández Blanco|La otra cara del examen en la ONU (Opinión)

Un grupo de ONG’s progresistas, participantes del examen del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, presentado recientemente por Venezuela ante el Comité de Derechos humanos de la ONU, nos pronunciamos esta semana para denunciar el carácter abiertamente tendencioso, sesgado y discriminatorio que se observó en ese espacio.

Durante la jornada del 29 de junio, se evidenció el otorgamiento de prerrogativas hacia organizaciones sociales y ONG de la derecha de nuestro país, frente a otras que asistimos y que marcamos posiciones diferentes. Luego de realizarse las exposiciones por parte de las organizaciones presentes, se inició un dialogo con las mismas, mediante preguntas que hacia el Comité. Allí las preguntas estuvieron dirigidas a personas determinadas sobre temáticas que si bien tenían relación con el discurso ofrecido por las mencionadas, también tocaban tópicos de los discursos de otras organizaciones, a las cuales no se les dio el derecho a contestar. No se abrió la lista de oradores, privando selectivamente de esta manera la posibilidad de expresar distintos puntos de vista sobre temas plasmados en los informes, lo que condujo a un dialogo desequilibrado que terminó siendo el monólogo de una visión única y tendenciosa sobre el país.

En el caso de la Organización SURDH, o de la Organización Red Nacional de Derechos Humanos, tuvieron que interrumpir solicitando derecho de palabra para poder brindar otra perspectiva ante lo que se estaba diciendo allí.

Al final de la actividad, quien dirigía el “diálogo” (miembro de una ONG local), dio la palabra de manera inconsulta y arbitraria a la señora Ligia Bolívar (conocida activista opositora), para que realizara, en nombre de “todas” las organizaciones presentes, recomendaciones generales que las ONG´s estimaran debían sugerirles al Estado venezolano. Luego que habló la mencionada ciudadana, la Organización “Víctimas de la Guarimba”, solicito la palabra para acotar otras recomendaciones y el moderador le negó la intervención alegando “falta de tiempo”.

No es un secreto la posición del Alto Comisionado de DDHH de la ONU contra el Estado venezolano (a fin de cuenta no podemos espera otra cosa del amiguito de Diego Arria) y de estas instancias que él maneja, así como el lobby que hacen allí las ONG de derecha. Pero ya es hora que hagamos valer el respeto por nuestro país y la pluralidad de organizaciones sociales venezolanas, en esos bochornosos espectáculos que monta la ONU.

pabloefb@yahoo.com