“El arte es el más bello, más eficaz y más noble medio de comunicación que el hombre ha inventado… el arte no es egoísta, el arte es para compartirlo”. Así define al arte Carlos Cruz Diez quien este lunes celebra 92 años de vida.
Sus obras han trascendido las fronteras venezolanas para llegar hasta el último rincón del mundo con sus aportes. Junto con Jesús Soto, Alejandro Otero y Juvenal Ravelo, conforma el movimiento cinético de Venezuela, que se desarrolló sobremanera a lo largo del siglo XX, hasta convertirse en uno de los más destacados de Hispanoamérica.
Este mago de las artes visuales, estudió en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas. Entre 1955 y 1956 viaja a París y Barcelona para ponerse al día en la investigación sobre el color. Regresa al país e instala su propio taller de diseño en la capital venezolana.
En sus obras, Cruz Diez maneja conceptos pictóricos que revolucionan las técnicas tradicionales empleadas hasta entonces en el país. Las concepciones del rojo y el verde como únicos colores primarios, del blanco como fuente de luz o color y del negro como negación de la luz, están presentes en casi todas sus obras.
Entre los reconocimientos que ha recibido el venezolano, destaca la condecoración “Legión de Honor en el rango de Oficial”, conferida mediante decreto del presidente de Francia, el 6 de abril de 2012, esta es la más conocida e importante condecoración que otorga el gobierno francés a hombres y mujeres con méritos extraordinarios.
La trayectoria artística de Cruz Diez le ha merecido, entre otros reconocimientos: Premio Nacional de Artes Plásticas (1971), Premio de la I Bienal Americana de Arte (Córdoba, Argentina), Premio de la IX Bienal Internacional de Pintura (Sao Paulo, Brasil). Es considerado uno de los padres del cinetismo.
En su cumpleaños número 91, el año pasado, Cruz Diez compartió una foto a través de sus redes sociales agradeciendo los gestos de cariño y felicitaciones de todo el mundo.