ANÁLISIS INTERNACIONAL
POR: JESÚS SOTILLO BOLÍVAR *
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El repudio ha sido mundial contra las expresiones despectivas y racistas del Presidente de los Estados Unidos, contra los países latinoamericanos, centro americanos y africanos, pero que en el fondo es contra todo lo que sea desde su punto de vista, raza impura, es decir, que no sean como los anglosajones. ¿Les recuerda algo, eso de raza pura?
Por supuesto, los que no se han pronunciado contra estas declaraciones son los mismos de siempre, aquellos que por ejemplo en la ONU, sirven de primer violín a los Estados Unidos para sus agresiones a todos los pueblos del mundo, o como es el caso de nuestra región, aquellos Presidentes, que contra el sentimiento de sus pueblos se arrastran como sabandijas al imperialismo norteamericano. Caso emblemático al que me refiero, es el del Presidente Santos de Colombia, que incluso acusado públicamente por Trump, con el responsable de que Colombia sea el mayor productor de cocaína, en el mundo, él sumiso, le devuelve una sonrisa.
Pero es casual esta postura u obedece a una actitud tremendista, la conducta del Presidente Trump. A mí me parece que no. Bastaría un ligera retrospectiva por la historia de la sociedad norteamericana para concluir que no. Históricamente, los anglosajones, norteamericanos, europeos, han mantenido una conducta errática de supuesta supremacía blanca contra cualquier pueblo que no se adapta a sus cánones racistas.
Es así como descalifican y desprecian a los asiáticos, árabes, latinoamericanos, centroamericanos, africanos y a los inmigrantes de cualquier país del mundo. Pero eso sí, los utilizan, colocándose ellos, un pañuelo en la nariz. En la medida que lo utilizan, son buenos, en la medida que sus empresas y gobiernos explotan sus países de origen, para su beneficio y confort son buenos. Mientras tanto para captar incautos, su aparto propagandístico, los proyecta como el país de las oportunidades y le venden, the american way of life.
Y en esta ligera retrospectiva histórica, que nos permite unas cortas cuartillas, no podemos olvidar el trato por ejemplo a los sectores indígenas norteamericanos, casi exterminados y los menos llevados a reservaciones y humillados. Acaso se olvida el trato a los afrodescendientes, las luchas de estos sectores en Estados Unidos, que han llevado a novelas con éxito mundial como raíces, o a proyectar líderes integracionistas tan valientes como Martín Luther King.
Acaso se nos olvida, la existencia, todavía en Estados Unidos grupos asesinos como el KU KU KLAN, que con el apoyo, de grupos de supremacía blanca y gobiernos estadales, reprimieron, humillaron y quemaron centenares de hombres, mujeres y niños negros en ese país.
De allí, que las expresiones del Sr. Trump, no son casualidades sino, que obedecen a toda una cultura, a toda una educación xenofóbica, que se ha introducido a la sociedad norteamericana, para que rechace a cualquier nacional de otro país, al menos que este sirva a sus intereses, al menos que este se preste a sus designios, al menos que le sirvan con mentalidad esclava. Declaraciones que a todas luces, estimularan el racismo y el odio no solo en Estados Unidos, sino en Europa, contra los extranjeros.
Sirvan estas expresiones del Sr. Trump, que representa el sentimiento, del conservadurismo más atrasado en ese país, para abrirle los ojos a nuestros pueblos. Para acerarnos, en la búsqueda de nuestro propio camino, con el corazón amplio de nuestros ciudadanos, abiertos a cualquier cultura y que le ha dado cobijo a los más disimiles habitantes de este planeta, cuando han necesitado ayuda y emigrado, por la violencia, la represión y la guerra intestinas de otras naciones.