El gobierno francés negó este jueves la intención de derogar algunos derechos laborales, a raíz de las críticas recibidas por las declaraciones del nuevo titular de Economía, Emmanuel Macron, sobre la posible extensión de la jornada de trabajo.
Un comunicado de Matignon, como se conoce aquí a la sede del primer ministro, Manuel Valls, aseguró que no existe ninguna intención de modificar la duración legal de la jornada, establecida en 35 horas semanales.
Este jueves el semanario Le Point publicó una entrevista con Macron, donde éste manifiesta su voluntad de autorizar a los patronos negociar directamente con los empleados la duración del tiempo de labores y el monto de los salarios.
«Ya es posible para las empresas en dificultades. ¿Por qué no extenderlo a todas, a condición de existir un acuerdo mayoritario con los trabajadores», dijo Macron.
Según el funcionario, la acumulación de los derechos de los asalariados se convierte en un obstáculo para quienes no tienen empleo.
La oficina de Valls señaló que las declaraciones de Macron, si bien fueron publicadas hoy, se produjeron poco antes de su nombramiento como parte del nuevo gabinete el martes reciente.
Previo a ser designado al frente de la estratégica cartera de Economía e Industria, el funcionario se desempeñaba como asesor especial del presidente François Hollande.
Una oleada de críticas se alzó tras la difusión de la entrevista, entre ellas las de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, una agrupación gremial afín al gubernamental Partido Socialista (PS).
De acuerdo con Laurent Berger, secretario general de la confederación, derogar la semana laboral de 35 horas no es una buena idea, ni está en el orden del día.
Mientras, el secretario nacional del Partido Comunista Francés, Pierre Laurent, llamó a los miembros del sector más progresista del PS a negarle el voto de confianza al nuevo ejecutivo galo en la Asamblea Nacional, cuando este tema sea discutido.
Antes del desmentido de Matignon, Pierre Gattaz, presidente del Movimiento de Empresas de Francia, principal organización patronal del país, había mostrado su beneplácito por la declaración de Macron y dijo que era necesario avanzar hacia ese objetivo.