La respuesta de Estados Unidos a la crisis en Ucrania carece de realismo, a pesar de que el Pentágono y otras agencias federales señalan seguir de cerca el tema, advierte hoy el diario Politico.
Funcionarios norteamericanos dicen que quieren manejar el conflicto de manera muy delicada, para evitar complicaciones en una situación que ya resulta volátil, agrega el comentario.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó ayer que la prioridad actualmente es la ayuda financiera que el Congreso y la administración acordaron otorgar al gobierno impuesto en Kiev tras el golpe contra Víctor Yanukovich.
Carney reafirmó el apoyo del Ejecutivo a las operaciones recientes de las fuerzas de seguridad ucranianas contra manifestantes que reclaman un referendo sobre la federalización del este ucraniano, la lengua rusa como oficial y más autonomía económica para ese territorio.
Entretanto, desaparecieron algunas de las presiones políticas para que el presidente Barack Obama actúe de forma más agresiva pues los miembros del Congreso están fuera de Washington hasta el 28 de abril próximo, debido al receso legislativo de primavera, añade el texto.
En lugar de referirse a la situación en el país europeo, el portavoz del Departamento de Defensa comenzó su intervención recordando que abril es el mes de los hijos de los militares, concluye el artículo firmado por Philip Ewing.
Sin embargo, el Pentágono prevé el traslado a Europa en los próximos días de un número no precisado de efectivos de la primera división de Caballería del Ejército estadounidense, con sede en Fort Hood, estado de Texas, mientras evalúa otras medidas de refuerzo de sus unidades en el llamado viejo continente.
Además, enviará 18 aviones cazas F-16 a Polonia desde la base aérea Spangdahlem, Alemania, que participarán en los ejercicios militares conjuntos y combinados Baltops en el mar Báltico.