Asegura Julian Assange|El horror en Siria demuestra lo que pasa si la información se esconde

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, escribió en un artículo publicado en el periódico australiano The Age, que “los horrores presenciados en Damasco (capital de Siria) la semana pasada son un doloroso recordatorio de los abusos que ocurren cuando se cierra el flujo de información”.

Assange dijo que tanto el gobierno de Bashar Al Assad, como las fuerzas que están contra él, han hecho de Siria un ambiente hostil para los periodistas, teniendo como resultado, ninguna claridad sobre por qué este ataque químico ocurrió.

Señaló que un cambio de Gobierno en Damasco, siempre ha llamado la atención de Estados Unidos (EE.UU.) puesto que lo beneficiaría de tres maneras: primero disminuiría la influencia de Rusia a nivel mundial, en segundo lugar fortalecería a Israel mediante la eliminación de Hezbolá (una de las principales fuentes de apoyo en el Líbano) y tercero completaría el cerco de Irán, cuyo Gobierno desea derrocar EE.UU.

Según Assange, lo que detiene a EE.UU. en su objetivo de derrocar a Bashar al Assad es la dificultad de conseguir un aliado “suficientemente fuerte y de confianza” para completar la operación. Esto debido a que “la oposición siria es caleidoscópica”, de manera que incluye los grupos militantes sunitas extremistas como al-Nusra, que según algunos informes pueden poseer el venenoso gas sarín.

La guerra civil en Siria se ha convertido cada vez más en una guerra de poder entre sunitas y chiítas, “que amenaza con arrastrar a toda la región de Oriente Medio, con todos los jugadores principales de alinearse con uno u otro lado”, señaló Assange.

INTERVENCIÓN PENSADA

Documentos internos del contratista estadounidense de inteligencia Stratfor, liberados por WikiLeaks, revelan que la intervención militar liderada por Estados Unidos en Siria ha estado en la agenda militar de ese país desde al menos diciembre de 2011.

El documento describe que los operadores de las fuerzas especiales “ya estaban en tierra” y se centraron en aquel momento en “entrenar a las fuerzas de la oposición”. El escrito también indica que “ellos (el Pentágono) no creían que una intervención aérea pasaría a menos que hubiera suficiente atención de los medios en una masacre, como el movimiento contra Gaddafi Benghazi”.

Lo que pasa recuerda mucho la situación antes de la Guerra en Irak, cree Assange: el Gobierno de EE.UU. se adelanta a la ONU, asegurando que la responsabilidad la tiene el Gobierno de Al Assad.

«Debemos recordar las lecciones de Irak , sostiene Assange. «Ahora, como entonces, nos presentan solo la propaganda sobre armas químicas e, igual que entonces, la máquina de guerra obstaculiza el trabajo de la ONU», concluyó el periodista.

Texto/Telesur