El Gobierno de Hamás asume riesgos y desafía el bloqueo|Israel y Egipto empujan a Gaza al mar

La reciente inclusión de las Brigadas de Ezzeldin Al Qassam, brazo armado de Hamás, en la lista de organizaciones terroristas por parte del Tribunal de Asuntos Urgentes del Cairo, confirma la posición abiertamente prosionista del Gobierno egipcio.

Esta decisión sustenta legalmente las políticas que ha llevado a cabo el Gobierno del general Al Sisi desde que se hizo con el poder después de perpetrar un golpe de Estado militar contra Mohamed Morsi, primer presidente elegido democráticamente en la historia de Egipto.

Aunque las políticas antipalestinas han sido una de las principales características de este gobierno desde sus inicios, estas se han ido radicalizando de forma exponencial durante y después de la última agresión en Gaza.

El pueblo de Gaza sigue esperando que se levante el bloqueo. Desde que cesaron los bombardeos el 26 de agosto de 2014 las condiciones en la Franja de Gaza no han dejado de empeorar.

La más evidente y trágica es el cierre de la frontera de Rafah, hasta hace poco la única ventana de Gaza al mundo.

Con esta sentencia el Gobierno egipcio deja claro que la situación de los últimos meses, en que ha impedido la entrada a Gaza de ayudas, de materiales y de activistas internacionales, no se debe a una decisión coyuntural, sino que va a ser su nueva política en lo que respecta al país vecino.

En este contexto, romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel se ha convertido en la última esperanza que le queda al pueblo palestino encerrado en Gaza de seguir luchando por su libertad y autodeterminación.

No en vano la inauguración de un puerto internacional fue una de las exigencias de Hamás durante las negociaciones para un cese al fuego durante la agresión del pasado verano.

Desgraciadamente, no se logró que Israel se comprometiera a respetar su implementación, por ello en caso de que Hamás decidiera dar ese paso de forma unilateral, lo haría asumiendo un riesgo altísimo, pues sabe mejor que nadie de lo que es capaz el colonizador sionista, que vistos sus antecedentes no tendría el menor escrúpulo en bombardear un barco cargado de enfermos, heridos y estudiantes.

Sin embargo, el gobierno de Hamás asume riesgos y desafía el bloqueo impuesto por Israel y Egipto, o Gaza seguirá muriendo poco a poco y en silencio, ya que tristemente el mundo sólo mira cuando llueven bombas.

Ya que muertes como la de Salma Al Masri (de 3 meses de edad), Adel Al Laham (un mes), Rahaf Abu Assi (2 meses), Fadi Qudaih (año y medio), y de Ahmed Laham (22 años), por no tener una vivienda en condiciones durante la última ola de frío, les salen gratis a Israel y Egipto.

El bloqueo contra Gaza no solo es ilegal e inmoral, es un crimen que se cobra diariamente la vida de personas inocentes. Ya sea por la escasez de gas, carburante y electricidad que les permita protegerse del frío; por no poder salir a recibir la atención médica necesaria, bloqueo que impide la entrada de medicamentos y equipamiento médico; ya sea en forma de suicidios fruto de la desesperación; y lo que es peor, la muerte en vida a la que son condenadas miles de familias cuyas viviendas han sido destruidas y que se encuentran además sin un salario con el que ofrecer una vida digna a sus hijos, a los que ni siquiera pueden prometer un futuro mejor.

Este es el precio que ha impuesto occidente a la población de Gaza por votar a Hamás en las elecciones de 2006, es el precio que les ha impuesto por querer ser libres al menos dentro de esta gran cárcel que es la Franja de Gaza, por no aceptar la colonización de las pocas tierras de las que disfrutan hoy en día, por querer luchar por lo que es suyo, por soñar con un futuro libre de ocupación.

T y F/Miguel Hernández – Asociación Gaza, Tierra y Libertad