A finales de 2004 visitó Venezuela José Saramago, acompañado de Pilar del Río, su esposa. Su intervención pública en el Teatro Teresa Carreño, con lleno a reventar, el 25 de noviembre, fue un preámbulo al Encuentro de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad que tendría lugar una semana mas tarde.
Como Ministro para la Cultura, me tocó recibir a Saramago a nombre del comandante Hugo Chávez, quien estaba de gira por distintos países de África, Europa y Asia, y pude conversar varias veces con él y con Pilar. Aquel discurso en el Teresa fue memorable. Lo he releído con frecuencia. Para los lectores del Correo del Orinoco, extraigo ahora algunos fragmentos, que conservan toda su vigencia. Esto, entre otras cosas, fue lo que dijo Saramago:
“Lo que tomó nuestro empeño, nuestra preocupación, nuestra entrega, en todo lo que hemos hecho aquí, ha sido y es informarnos de lo que está pasando en Venezuela…”
“Al llegar aquí nos encontramos con la realidad de Venezuela, la realidad de la Revolución Bolivariana, la realidad de una entrega popular absoluta. Única en el mundo hasta ahora, en este momento…”
“Ahora lo que quiero decirles es que tenéis todas las condiciones para hacer fructificar este movimiento por la circunstancia misma del momento que estáis viviendo, la cual quizás sea única en la historia de Venezuela, por lo menos, y eso puede significar algo.”
“Si pensamos que no hay nada que hacer, si pensamos de una vez que no hay nada que hacer, es mejor no arriesgar nada. Entonces, estoy en un país donde se arriesga todo…”
“Lo que está pasando aquí no puede no dejar una impronta, una huella imborrable en la historia, sencillamente en la historia documental de Venezuela, pero, sobre todo, en la historia de la conciencia venezolana.”
“Quien salvó a la Revolución Bolivariana en esos días, en esas horas, ha sido el pueblo, el pueblo…”
“Y si hay en todo el mundo algún país que pueda asumir la defensa de los derechos humanos públicamente, no solo en el plano oficial, sino también en lo que tiene que ver con la gente, ese país es Venezuela.”
“Si hay una región en este continente donde efectivamente hay una preocupación por los derechos humanos, es aquí…”
“En la situación en que os encontráis vosotros, incluso por las propias dificultades que afrontan, pero con tesón, con voluntad extraordinaria, creo que estáis dando un ejemplo.”
“Salimos de aquí con la sensación de haber descubierto o encontrado algo realmente nuevo. Está en vuestras manos que lo que hay en Venezuela de nuevo, de fuera de lo común, no se pierda.”
“Lo único que les pido, lo que les pedimos Pilar y yo, es que sigáis queriendo lo que habéis querido.”