El papa Francisco advirtió que los ricos y poderosos del planeta un día serán juzgados por Dios, y tendrán que manifestarse si en realidad trabajaron por acabar con el hambre y por preservar la naturaleza.
El Sumo Pontífice hizo estas consideraciones en el sermón de una misa que celebró en la Basílica de San Pedro del Vaticano con motivo de apertura de la asamblea general de la organización Caritas, que se dedica en todo el mundo a dar atención a los más necesitados y desprotegidos, informa AP.
«Debemos hacer lo que podamos para que todos tengan algo que comer. Pero también debemos recordar a los poderosos de la tierra que un día Dios los llamará a juicio», dijo. «Y ahí se dará a conocer si verdaderamente han intentado proveer la comida para él, en cada persona y si han actuado para que no se destruya el medioambiente, para que se pueda producir alimento».
«No podemos olvidar a nuestros hermanos que han sido privados con la violencia (…) Expulsados de sus casas y de sus iglesias, tantas veces destruidas. Renuevo, una vez más, el llamado a no olvidar estas personas y estas intolerables injusticias», agregó.