La gira del líder de la Iglesia Católica culmina en el estado fronterizo de Chihuahua, donde se espera que hable sobre el drama de miles de migrantes.
La última jornada del papa Francisco en México tendrá lugar este miércoles en la ciudad fronteriza de Juárez, estado de Chihuahua (norte); donde convivirá con reclusos, trabajadores y migrantes durante la eucaristía.
Su visita a esta región fronteriza comenzará con la visita al Centro de Readaptación Social Estatal 3, una cárcel mixta en la que celebrará una eucaristía. Lo esperan más de 600 reclusos entre hombres y mujeres, así como 250 familiares de internos y 50 miembros de la miembros de la pastoral penitenciaria y 50 más de la fiscalía responsable de las penitenciarías de Chihuahua.
Posteriormente, Francisco se dirigirá al Colegio de Bachilleres para reunirse con más de tres mil 650 personas, en su mayoría empleados de empresas manifactureras, industria que acoge a más de 270 mil personas en esta región.
El Sumo Pontífice culminará sus actividades en ciudad Juárez con un encuentro al que asistirán miles de migrantes y representantes de otros grupos vulnerables, como familiares de desaparecidos o de víctimas de feminicidios, los asesinatos de mujeres, frecuente en esta localidad las últimas dos décadas.
Francisco rezará frente al Río Bravo, que divide a México y Estados Unidos, a los pies de una cruz, vestido con indumentaria que simboliza la migración.
«Habrá un reclinatorio, se hincará, orará por aquellos migrantes que han muerto, por aquellos que están en Estados Unidos o están en la cárcel o están sufriendo las redadas, por todo lo que sufren los centroamericanos en México», afirmó el padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez.