Parlamento Europeo vota a favor de sancionar a Hungría por incumplir las reglas democráticas

El Parlamento Europeo ha votado de la moción para activar un procedimiento punitivo contra Hungría por incumplir persistentemente las reglas democráticas. Con 448 votos a favor, 197 en contra y 48 abstenciones, es la primera vez que las instituciones europeas activan el Artículo 7 contra un estado miembro de la UE.

Ese artículo contempla sanciones para el Estado miembro concernido, incluida la pérdida del derecho de voto en el Consejo de la UE. Algunos miembros del bloque del Partido Popular Europeo (EPP) -del cual el movimiento Fidesz del primer ministro Viktor Orban es miembro- votaron en contra de su aliado en Budapest, otros, como los eurodiputados del PP español, se han abstenido.

 

Fuentes del EPP explicaron a Efe que la postura mayoritaria fue la de abstención porque no querían ni ponerse del lado de Orbán ni tampoco aceptar que la Eurocámara pueda convertirse en un “tribunal para países”.

El gran consenso parlamentario necesario para sacar adelante la resolución requería que al menos parte del EPP votara a favor. Ante la controversia dentro del grupo sobre el apoyo al líder húngaro, el PP ha decidido finalmente dar libertad de voto a sus miembros. Así, se esperaba que la posición de los populares de Alemania, Francia y España -las delegaciones más grandes dentro del grupo- fueran claves para desatascar el voto. Finalmente, la delegación española ha optado por no dar su opinión con una abstención.

En el caso de Hungría, en julio Bruselas llevó a este país al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) por incumplir la legislación europea sobre asilo y retornos y expresó su preocupación por la “criminalización” de las ONGs que trabajan con refugiados.

Ahora Budapest tendrá que dar explicaciones a sus socios europeos en el Consejo de la UE, que tendrá que decidir por una mayoría de al menos 22 estados de los 27 activar o no el artículo 7. Es la primera vez que la Eurocámara acepta poner en marcha este proceso, si bien la Comisión Europea ya aprobó en diciembre del año pasado aplicar el artículo 7 a Polonia para actuar contra las reformas judiciales de Varsovia.

 

Durante el debate parlamentario del martes, en el que estuvo presente Orbán, se escenificó la tensión entre el mandatario magiar y Manfred Weber, el líder de su partido político en la Eurocámara, el grupo popular europeo (PPE).

Orbán fue aplaudido por las fuerzas euroescépticas al dejar claro que no piensa tener en cuenta la opinión del Parlamento Europeo sobre la salud de su democracia, al tiempo que Weber animaba a los líderes a tomar una decisión sobre la deriva del Gobierno de Orbán en el Consejo Europeo.

El primer ministro, del partido nacionalista Fidesz, acusó a los eurodiputados de pretender “acallar” al pueblo húngaro y querer “dar lecciones de lo que le conviene o no le conviene”. Weber recalcó que se deben atender los valores europeos “en todas las ocasiones y en todas las familias políticas”.

En una comparecencia tras una reunión del PPE el martes, el político alemán, en la carrera para presidir la Comisión Europea, anunció que los eurodiputados de esa formación tendrían libertad de voto, pero que él votaría a favor de recomendar la aplicación del artículo 7 a Hungría.

Durante los últimos años, la negativa del Gobierno húngaro a acoger refugiados, las trabas a la libertad de prensa, y la aprobación de las leyes sobre universidades que obstaculiza a la Universidad Centroeuropea del magnate George Soros y sobre el control de las ONG han generado el rechazo de Bruselas.

 

Aunque la Unión Europea a menudo ha protestado ante estos actos, ha fracasado en gran medida para detener lo que sus críticos ven como un creciente autoritarismo. Pero un aumento en el apoyo a los políticos nacionalistas y populistas en todo el bloque ha galvanizado una reacción más fuerte. Hablando frente al Parlamento el martes, Orban afirmó que no se doblegaría ante el “chantaje” de la UE, sino que seguiría con sus políticas.

T/lavanguardia.com
F/Al Jazeera