El Parlamento griego anunció este jueves un nuevo paquete de reformas con el objetivo de apresurar su tercer rescate financiero y reunir parte de los fondos necesarios para el proceso de recapitalización bancaria.
Entre las regulaciones se incluyó una ley sobre ejecuciones hipotecarias que suscitó gran polémica en el senado heleno y evidenció nuevamente las discrepancias en el mando ejecutivo del país, informaron medios nacionales.
Iguales fuentes reportaron que el acuerdo alcanzado esta semana con los acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) solo protege a los propietarios de viviendas con ingresos muy bajos, los cuales apenas representan el 25 por ciento de todas las deudas atrasadas.
Durante el proceso de discusión, los representantes de la oposición rechazaron la normativa, ya que admite por primera vez, tras una moratoria de cinco años, la posibilidad de desahuciar a un deudor de su primer domicilio.
Hasta el presente, el gobierno de Alexis Tsipras había prometido exonerar de esa medida a al menos al 72 por ciento de los hipotecarios, según fuentes especializadas.
El programa de recortes también modifica los beneficios legales para devolver las deudas con los departamentos de Hacienda y Seguridad Social en cien plazos, introduce una tasa sobre los juegos de azar y también un impuesto sobre el vino.
Con esta severa política de ajustes Grecia espera recibir dos mil millones de euros del tercer rescate financiero y 10 mil millones para revivir el sector bancario.