En medio de posiciones a favor y en contra, la tarde de este miércoles en el Parlamento griego se debate el paquete de medidas impuesto por el eurogrupo hace dos días como condición para un tercer rescate de la nación helena, que implica la transferencia de ayuda calculada entre 82 mil y 86 mil millones de euros.
Como condición para recibir la «ayuda» que le permitirá mantenerse en la zona euro, el Parlamento de esa nación deberá legislar sobre la aplicación de nuevas reformas relacionadas entre otras áreas con el sistema de pensiones y la política fiscal, como condición para avanzar hacia la concreción del «rescate» que incluye un fondo para privatizaciones por 50 mil millones de euros en activos públicos, y la recapitalización de la banca por un monto de 25 mil millones de euros.
El pasado lunes, tras 17 horas de negociación en Bruselas, el Primer Ministro griego, Alexis Tsipras, refirió que su gobierno batalló durante seis meses y «luchó hasta el final para un acuerdo que permitirá al país recuperarse». Sin embargo, el paquete de imposiciones es rechazado en manifestaciones populares en las calles griegas, en las que este miércoles trabajadores del sector público protagonizan una huelga general de 24 horas.
Por otra parte, la presidenta del Parlamento de Grecia, Zoi Konstandopulu, legisladora del partido gobernante Syriza, se pronunció en contra del paquete de medidas de austeridad exigidas por los acreedores del país. «Este Parlamento no debe firmar el chantaje de los prestamistas», dijo, reportó Reuters en su portal web en español.
La parlamentaria enfatizó que los acreedores deben respetar los procedimientos parlamentarios, oponiéndose a la fecha límite establecida para la votación, esto en referencia a las 48 horas que dio como ultimátum impuesto al legislativo griego por el eurogrupo.
Tras ser discutido en varias comisiones legislativas, el paquete de medidas finalmente será debatido en la sesión plenaria de esta tarde y votado previsiblemente en la madrugada del jueves, reporta la agencia EFE.
Grecia debe a sus acreedores unos 242.000 millones de euros, cifra que incluye los préstamos de dos rescates anteriores que concedieron los países de la eurozona, el FMI y bancos europeos; sin embargo, Tsipras -quien tiene cinco meses en el gobierno- ha denunciado en reiteradas oportunidades que de los dos programas de financiamiento entregados a su país el dinero nunca llegó al pueblo ni al Gobierno, siendo utilizado especialmente para el rescate de la banca.