El Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) ofreció al Estado ecuatoriano su sede permanente, para continuar el diálogo iniciado ante la crisis política que vive la nación andina.
En una declaración publicada este lunes, el órgano regional llamó a las partes a la búsqueda de una solución negociada y pacífica para lograr la paz sobre la «base del desarrollo integral y sustentable, con progreso, justicia social y en democracia plena».
Teniendo en cuenta el Tratado de Institucionalización, que promulga entre otros principios el estricto respeto a los derechos humanos, el ente legislativo expresa que «por encima de toda consideración debe privilegiarse el respeto a las instituciones y a la Asamblea Nacional, sede de uno de los poderes del Estado y representante legítima de la voluntad popular».
El texto del Parlatino, que llama la atención sobre los graves efectos de este conflicto para la seguridad ciudadana y la estabilidad institucional, también señala la necesidad de preservar la integridad de los ciudadanos en la administración de la crisis y valora, «en alto grado», la constitución de una mesa de diálogo y los avances en la negociación.
Durante el encuentro con representantes del gobierno, el movimiento indígena ecuatoriano exigió la derogación del decreto que eliminó el subsidio a los combustibles, medida que junto a otras de corte neoliberal y en detrimento del estatus social de los ciudadanos, generó una protesta nacional por 11 días consecutivos.
Según la Defensoría del Pueblo de Ecuador, durante los levantamientos populares, ocurridos del 3 al 13 de octubre, perdieron la vida siete personas y 1.340 resultaron heridas a causa de los golpes, perdigones y gases lacrimógenos empleados por los uniformados en una inédita represión, que condujo a la detención de 1.152 individuos.
Creado el 10 de diciembre de 1964 mediante la Declaración de Lima, el Parlatino es un organismo intergubernamental de ámbito regional, permanente y unicameral con sede en Panamá, integrado por 23 países.