En el Celarg discutieron sobre la manera en que las zonas urbanas se integran con la naturaleza|Parque y áreas verdes deben ser asumidos como espacios para el encuentro social

Los parques y las áreas verdes son considerados como espacios multifuncionales que favorecen la reunión social y el desarrollo de actividades culturales y recreativas. Lugares para leer, pasear, practicar deportes al aire libre o simplemente socializar. Así son concebidos los parques. Al menos así los conciben especialistas como María Centeno Francisco Velazco, quienes reflexionaron sobre el tema en el Celarg.

Mucho se ha insistido en que estos espacios sirven para el encuentro social y cultural. Además, son considerados como “depuradores naturales” de la contaminación en las grandes ciudades, sostuvieron Centeno y Velzaco en el conversatorio La ciudad, espacios públicos y áreas verdes.

RELACIÓN CONFLICTIVA

Para la arquitecta María Centeno, la ciudad de Caracas “ha tenido una relación difícil y conflictiva con los espacios verdes”. Afirmó que en las últimas décadas “se han sacrificado muchos espacios verdes en aras de construir autopistas y otras vías vehiculares”.

Deploró que en los últimos días el Gobierno haya adquirido taxis chinos porque “es una política absolutamente contradictoria con lo que es el discurso ambientalista, con lo que es el quinto objetivo histórico del plan de la patria” que establece la sustentabilidad y la preservación de la especie humana.

Los recursos, aseveró, tenían que destinarse al diseño de un transporte colectivo eficiente, cómodo y “atractivo”. “La injusticia y la violencia que supone la ciudad capitalista sobre las clases menos favorecidas es particularmente cruda  en lo que se refiere a los espacios verdes. En los barrios populares cada metro cuadrado está tapizado de cemento y asfalto”, afirmó.

DISTRIBUCIÓN INJUSTA

Como injusta y desproporcionada calificó Centeno la distribución de los espacios verdes entre las clases “más favorecidas y las clases menos favorecidas”. Además, aclaró “que no toda área verde es espacio público, como los campos de golf del Country Club de Caracas. Ni toda área libre es espacio público, como algunas calles privatizadas y tomadas de facto en nuestra ciudad”.

Indicó también que hay espacios privados que parecen públicos, como los centros comerciales.

“La mayoría de las plazas de nuestras ciudades han ido cediendo terreno al cemento y ya no se puede decir que sean áreas verdes. Ya las plazas no son áreas verdes”, subrayó.

PROPUESTAS PARA MEJORAR

Durante el conversatorio, Centeno presentó varias propuestas para aumentar la cantidad de metros cuadrados donde el asfalto deje de ser el protagonista. En tal sentido, planteó que el futuro parque Simón Bolívar de La Carlota sea “fundamentalmente verde”.

Refirió que el Parque Generalísimo Francisco de Miranda ha llegado al límite de su capacidad “y su sobreuso comprueba la validez del modelo”.

En cuanto al Parque Hugo Chávez, que se construirá en La Rinconada, indicó que lo ideal es que 80% de su superficie sea “verde”.

Un paseo verde a lo largo del cauce del río Guaire, luego de su saneamiento, es otra de las propuestas de Centeno, con caminerías y bulevares para patines y bicicletas.

Incorporar las canchas de golf del Country Club de Caracas como parques urbanos de uso público y la promoción de techos verdes en los edificios, también se plantearon en el conversatorio.

Los espacios libres en barrios y urbanizaciones, añadió la arquitecta: “Los huertos tienen una ventaja adicional porque contribuyen con nuestra soberanía alimenticia”. Y reveló otro de sus sueños: El aprovechamiento “de los parques existentes como hitos e interconectarlos para crear un corredor verde que haga posible recorrer Caracas a pie o en bicicleta”, es otro de los sueños de Centeno.

“Las clases media y alta tienen acceso a clubes, jardines y patios. Las áreas verdes urbanas favorecen fundamentalmente a la población de menores recursos que no tienen jardines y mucho menos patios. Así como la ciudad se ha abierto a las viviendas populares, a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela, yo creo que es hora de crear la misión verde Venezuela”, finalizó.

AMPLIAR LAS PERSPECTIVAS

Francisco Velazco, refirió que en una encuesta mundial sobre problemas globales, dada a conocer hace tres semanas, el cambio climático aparecía de primero en la lista. “Es el problema ecológico por excelencia”, acotó.

En su disertación comentó que en las luchas urbanas y rurales actuales “se está presentando como tema de reivindicación, como propósito de emancipación y como conflicto”. Al respecto, planteó que la discusión en Venezuela no debe centrarse solo en las áreas verdes. Es necesario que nos conectemos con las discusiones que se desarrollan en el mundo.

“La pavorosa tragedia ecológica que nos está acechando y que nos está envolviendo progresivamente, y que no se expresa solamente en el cambio climático”, ha motivado al mundo a resaltar la importancia de los jardines, de los juegos urbanos y de los techos verdes.

LA SEGREGACIÓN ECOLÓGICA

Velazco lamentó que los grandes conglomerados “de cemento, de acero y de cristal” sean el patrón que priva en las ciudades “donde la segregación social y la segregación ecológica se presentan de manera conjunta”.

Desde su óptica, es contradictorio que los ciudadanos se preocupen por los parques y las áreas verdes en las ciudades, “cuando de manera acelerada y violenta se están destruyendo los enclaves boscosos que hay en todo el planeta”.

Comentó que la humanidad “ha destruido la mitad de los árboles existentes en el planeta”.

En el caso de Venezuela, Velazco consideró pertinente que la discusión del tema involucre a las regiones y que se aborde la especificidad de las áreas verdes.

“Cuando las sociedades y sus creaciones materiales crecen de una manera más rápida que la regeneración cíclica de la tierra, aparece el malestar, la neurosis, la violencia y una cantidad de males tremendos”, explicó.

Según Velazco, la idea más difundida es que acudimos a las áreas verdes “en busca de la paz perdida, pero lo que encontramos es una falsa paz en este maremágnum de neurosis y violencia”. Y esto ocurre porque frecuentemente descontextualizamos el problema, al dejar de lado las verdaderas causas de nuestro malestar.

“No se trata de  tener espacios para olvidarnos y aislarnos. No queremos darnos cuenta del desastre que está ocurriendo alrededor de nosotros”, sentenció el especialista.

T/ Janet Queffelec Padrón
F/ Héctor Rattia