En el estado Guárico, corazón de la patria por su ubicación geográfica en el mapa de Venezuela, los parranderos por tradición se preparan para que cada 24 de diciembre los habitantes de esta zona llanera reciban el mensaje de paz y alegría que a través de la música llega casa por casa.
Es así como cada año, los pobladores se alistan para disfrutar de una mezcla que incluye guitarra, cuatro, mandolina, tambora, maracas y charrasca. «Es una fiesta en comunidad», dice el cultor Reyes Bolívar, encargado de la agrupación Parrandas La Coral del Guárico.
«Los 24 de diciembre salimos de casa en casa, llevando la parranda en cada comunidad hasta el 26, y luego regresamos los dos últimos días del año», comenta. «Es una música tradicional que nació en los campos hace más de 200 años, con una riqueza cultural que debemos explotar (…) Estamos marcados por la historia de nuestros indios y negros; por eso es tan rica nuestra cultura».
La parranda navideña central es una representación exclusiva de las fiestas propias de diciembre, íntimamente asociadas con la Navidad y el adviento que celebra la Iglesia católica con motivo del nacimiento de Jesucristo.
GUÁRICO PARRANDERO
En la entidad existen más de 16 expresiones musicales, con características peculiares que las distinguen de otras. Los parranderos se organizan y reparten las responsabilidades meses antes de la llegada de la Navidad.
Cuando los parranderos salen en la mañana usan una bandera, que representa la esperanza y el amor; de noche, llevan el farol (una estrella o cruz), que simboliza la luz que llevó a los Reyes Magos hasta el Niño Jesús en el pesebre. En ambos casos, estos elementos anticipan la llegada de los grupos.
«Cuando vas llegando, suena la tambora y ya saben que viene la parranda. Hay que caminar muchos trayectos de 20 a 30 kilómetros», dice Félix Aponte, cultor de la región.
¡Allá viene la parranda!, se escucha en las casas de la parroquia San Lorenzo de Tiznados en el municipio Ortiz. Al llegar, les hacen un agasajo con hallaca, carato y dulce de lechosa, para agradecer el mensaje de alegría y paz.
«La parranda navideña es parte de mi vida. Quisiera estar todo el año festejando con el pueblo», comenta José Bolívar, quien tiene más de 10 años llevando sus tonadas a la población de Guárico.
De generación en generación se arraiga esta tradición en los llanos centrales, sin ningún interés monetario. «Nosotros aspiramos a que nuestro trabajo se conozca en todas partes y se hegemonice la cultura venezolana», comenta Bolívar.
José Román, especialista musical, señala que «hasta hace poco tiempo, en Guárico la música que se escuchaba en Navidad era la que venía sobre todo del Norte (del continente), y la gente por mucho tiempo lo vino repitiendo, pero cuando llegó la Revolución Bolivariana, pudimos apreciar una tradición musical propia».
El reconocido cultor guariqueño Roberto Ramírez resalta que la Revolución Bolivariana ha integrado a todos en un mismo sentir, junto a la música y la paz. «La cultura venezolana se sigue expandiendo», acota. «La esencia del venezolano se lleva en el canto, en su música, es decir, la cultura que nos hace diferentes».
Los tradicionales parrandones recorrerán este año diversos sectores de los municipios Ortiz y Roscio, así como nuevos urbanismos construidos por el Estado.