La muestra de entrada gratuita permanecerá hasta mediados de abril|Las partituras plásticas de ‘Japan Jazz’ se muestran en Centro de Arte Los Galpones

Helena Arellano Mayz en entrevista con el Correo del Orinoco desde el Centro de Arte Los Galpones

El grabado y la música se unen en la exposición Japan Jazz, una propuesta de la artista venezolana Helena Arellano Mayz que se expone desde ayer y hasta mediados de abril en la Galería G Siete del Cetro de Arte Los Galpones, ubicado en Los Chorros, Caracas.

La muestra es el resultado de u trabajo que Arellano Mayz comenzó a desarrollar desde 1999, cuando participó en el Salón Pirelli con la obra Devenir, en la que, según aclaró la atora al Correo del Orinoco, la retícula jugaba un rol expresivo fundamental en un discurso sobre “la pulsión de la existencia del hombre”, línea que abordó luego en el 2002, esta vez empleando como recurso expresivo el pentagrama y “la idea de la música con una propuesta más improvisada y azarosa, como puede ser el jazz”.

De manera que el desarrollo natural de esta inquietud o problematización plástica sobre la existencia deviene ahora en esta propuesta, enriquecida e influenciada por un viaje que la artista tuvo la oportunidad de hacer al Japón.

La influencia de este viaje al Japón se nota especialmente en la sobriedad cromática dispuesta en una armonía lúdica entre el blanco el negro y el rojo y en la verticalidad de las piezas que en palabras de la autora, representan, una vez más “una pulsión sobre la existencia del hombre, similar a la que se expresa en la música, y arte en general, pero en un código de lectura regular”.

En el aspecto propiamente formal, Japan Jazz es concretamente una serie realizada en 30 planchas grabadas en punta seca sobre papel BFKRives y papel japonés, dispuestos en módulos donde intervienen los tres colores a manera de notas sobre un pentagrama para crear una suerte de partitura suerte de partitura mixta sobre la que se conjugan la música y la plástica.

Como en el Jazz, esta combinación de elementos de pie a un discurso que, si bien se muestra sobre códigos precisos, deja fluir una linea que coquetea con el caos y la improvisación.

“Son piezas de la misma talla, el mismos tamaño, dispuestas en múltiplos de tres, sobre los que coloqué sobre puestos los de la misma medida y sobre eso esta linea que fluye de manera irregular. Es la misma idea del lenguaje que en códigos precisos expresa un sentimiento o una idea que no es regular”, comentó la artista.

Así, la investigadora y curadora de la propuesta expositiva, Silvia Benedetti expresó que una de las infinitas posibilidades para la lectura de esta partitura “sería asignarle un significado (o valor) a los colores del papel, al escrito o trazo, al papel japonés sobrepuesto, y su ubicación en el espacio expositivo.

Al otorgarle determinado tempo y nota musical a cada módulo, cada uno se leería de una manera particular y casi imposible de repetir. Esta lectura bastaría para llamar a cada una de estas piezas «mono-sonidos».

A su vez, los espacios vacíos entre algunos de los módulos se interpretarían como silencios en un pentagrama. Japan jazz es la continuación de la obsesión por la escritura y el trazo depurado de Arellano Mayz, en esta oportunidad inscrito en una sutil referencia al Japón”.

Japan Jazz permanecerá abierta al público en la Galería G Siete del Cetro de Arte Los Galpones hasta mediados de abril, con entrada gratuita.

T/Luis Jesús González Cova
F/Héctor Rattia