El patriarca de la iglesia ortodoxa chipriota, Crysostomos II, demandó hoy la renuncia del ministro de Finanzas de esta isla, Michalic Sarris, y del presidente del Banco Central, Panicos Dematriados, a quienes responsabiliza del colapso financiero nacional.
Crysostomos II consideró que ninguno de los dos funcionarios hizo gestión alguna para evitar la reestructuración de la citada entidad financiera y la aplicación de un impuesto extraordinario de casi 40 por ciento sobre las cuentas de grandes ahorristas, superiores a los 100 mil euros.
Tal medida implicará pérdidas millonarias para grandes empresas de esta nación de apenas 250 kilómetros de largo y 100 de ancho y para la propia iglesia ortodoxa que, en su momento, llegó a poner a disposición del Estado todo su patrimonio para evitar la «quita» a los depositarios.
La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo exigió a Chipre recolectar casi siete mil millones de euros, a costa de un gravamen extraordinario a los mencionados ahorristas, como condición para recibir un rescate de 10 mil millones.
Medios de prensa consideran aquí que en realidad los tenedores de cuentas de más de 100 mil euros, tanto residentes como no residentes, podrían perder hasta el 60 por ciento del dinero guardado en bancos chipriotas.
El acuerdo alcanzado por la troika con el Gobierno estaba dirigido a evitar la bancarrota de esta nación, cuyos bancos se calcula poseían un hueco financiero superior a los cinco mil millones de euros.