Jesús Bermúdez | El patrimonio cultural y el decreto de Obama (Opinión)

La “orden ejecutiva” firmada por el señor Barack Hussein Obama, presidente de Estados Unidos, señala a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior” de esa nación, en consecuencia, declara la “emergencia nacional” de su país para hacer frente a dicha amenaza.

Tal situación, nos obliga como venezolanos, patriotas o dolientes de la memoria nacional a pensar y actuar en defensa de nuestro patrimonio cultural en todas sus expresiones: histórico, artístico, arqueológico, documental y audiovisual, entre muchos otros.

Venezuela es uno de los pocos países latinoamericano que atesora una de las más importantes colecciones de obras de arte del mundo en sus museos, sería extenso enumerar las colecciones de nuestros artistas nacionales y extranjeros, obras de gran valor adquirida durante toda la vida republicana venezolana, que constituyen un valioso legado artístico muy apetecible para las ilustradas élites internacionales.

El ambiente prebélico y bélico que nos embarga requiere planes de contingencia para la conservación, protección y resguardo del patrimonio. En tiempos de convulsiones, las amenazas, los bombardeos, el mercado negro, las invasiones y los saqueos a los museos, bibliotecas, sedes de gobierno son los blancos preferidos por las élites ilustradas nacionales e internacionales que ven una oportunidad única para hacerse de prestigiosas obras de arte para las colecciones privadas y las subastas internacionales.

Recordemos a Europa, a la España republicana y su valioso tesoro artístico asediado por los mercaderes del arte; también los estragos de la II Guerra Mundial y la expoliación de sus obras artísticas en Francia, Alemania, Bélgica, Rusia y el resto de Europa, y los recientes saqueos a los museos egipcios, ni hablar de Irak y Siria.

En Suramérica recordemos el bombardeo del Palacio de La Moneda, donde se quemó o destruyo el Acta de Independencia de Chile, recordemos el asalto del Palacio Municipal de Caracas durante el golpe de Estado de abril de 2002, las amenazas de bombardeos al Palacio de Miraflores sede del Gobierno y el Palacio Federal Legislativo, sede de nuestra Asamblea Nacional, donde se alberga buena parte de la pictórica venezolana del siglo XIX y parte de nuestra memoria patria.

Ojalá, se derogue ese decreto injusto que pende sobre la Patria de Bolívar y no tengamos que activar planes para la defensa de nuestro patrimonio cultural, si los hay; de no existir, es importante la unidad cívico–militar para diseñar las acciones necesarias para su protección y resguardo, de lo contrario será difícil verles las caras a nuestro hijos y nietos.

T/ Jesús Bermúdez