Camarada llamarada, de Carolina Escarrá G.|Paz y refundación (Opinión)

A propósito del hecho de que en nuestro país se está llevando a cabo la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), que inicia precisamente en el día mundial de la democracia decretado por Naciones Unidas (ONU) y unos días antes de llevarse a cabo el LXXI Debate General Anual de la Asamblea General, es interesante tomar en cuenta algunas intervenciones y propuestas que resuenan en las voces de representantes de los países miembros del Mnoal.

Por un lado, la idea y mas aun la misión y visión de paz, como un tema fundamental que ha venido impulsando la República Bolivariana de Venezuela, y en la que sin duda alguna hemos tenido incidencia no solo a escala de América Latina, sino mundial. Dicha idea forma parte del Preámbulo de nuestra Constitución como uno de los valores fundamentales en que se sustenta la refundación de nuestra República y es una de las luchas mas importantes que libró el Comandante Eterno, la lucha por la paz, que se resume en la visión de respeto, autodeterminación y soberanía en un nuevo orden mundial, legado que ha continuado el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros.

Otra idea muy importante tiene que ver con la existencia de ese nuevo orden mundial del que ya había hablado Salvador Allende en plena Asamblea General de la ONU, incluyendo la creación de ese nuevo orden económico mundial, paradójicamente un año antes del atentado a la lucha del pueblo y a su propia vida en 1973. Ese nuevo orden mundial que trae implícita una refundación de la Organización de Naciones Unidas, como lo expresó el comandante Hugo Chávez ante la Asamblea General en el año 2005 y reforzó en el discurso antiimperialista de 2006.

En ambos discursos, Chávez no solo habla de reforma sino de refundación del sistema internacional, impulsada entre otras cosas, por un nuevo orden económico y un nuevo orden político internacional, con un Consejo de Seguridad Ampliado tanto en los Estados miembros permanentes como en los observadores, ubicado físicamente en una ciudad internacional absolutamente independiente, soberana y neutral en el Sur, donde se pudiera asentar el Parlamento Mundial, como ese espacio de reunión de los representantes plenipotenciarios como ya lo había visualizado mas de un siglo antes de su fundación, el Libertador de las Américas, Simón Bolívar.

T/ Carolina Escarrá G.
cescarragil@gmail.com
Caracas