Película argentino-venezolana Maracaibo se estrenará el 17 de noviembre

El filme estará en un primer momento en Caracas, Maracaibo, Maracay, Valencia y Barquisimeto

El nombre de la capital zuliana es una palabra muy importante para el desenlace de los apretados nudos discursivos planteados en esta pieza intimista e intensa sobre el tema de las relaciones familiares, con un foco especial en el vínculo entre padres e hijos

_____________________________________________________________________________________

El próximo viernes 17 de noviembre se estrenará en unas ocho salas de Maracaibo, Maracay, Valencia, Barquisimeto y Caracas el filme Maracaibo, una coproducción argentino-venezolana que además es el tercer largometraje de ficción dirigido por el bonaerense Miguel Ángel Rocca, autor del guión junto a Maximiliano González.

En un breve mensaje audiovisual para la presentación de la película a la presa venezolana, Rocca admitió no conocer Maracaibo, ni ninguna otra ciudad de Venezuela, simplemente se apropio del nombre que, según el coproductor venezolano Gil Molina, le parece al realizador de una sonoridad deliciosa.

A pesar de que la historia no está relacionada en ningún sentido con la capital zuliana, Maracaibo es una palabra muy importante para el desenlace de los apretados nudos discursivos planteados en esta película intimista e intensa sobre el tema de las relaciones familiares, con un foco especial en el vínculo entre padres e hijos.

Luego de narrar las peripecias de unos hermanos que buscan al responsable del embarazo de su madre septuagenaria (Arizona sur) y el sufrimiento de una niña víctima de abuso en su entorno más cercano (La mala verdad), Rocca aborda en esta oportunidad la historia de una familia que pierde al hijo único justo en un momento cuando la relación con el padre se encuentra en un tenso limbo.

EN LAS MEJORES FAMILIAS

Gustavo, interpretado por Jorge Marrale, su esposa Mercedes, encarnada por Mercedes Morán, y el hijo de ambos, Facundo, forman un círculo familiar armonioso y lleno de amor. Los padres son médicos, a él acaban de nombrarlo director de cirugía y el joven está a punto de presentar su tesis.

Toda esa perfección comienza a resquebrajarse cuando Gustavo descubre que su hijo es gay y además Cristina lo sabía. En ese momento de quiebre en las relaciones familiares una pareja de criminales irrumpe en el hogar y uno de ellos asesina a Facundo.

Embargado por un descomunal sentimiento de culpa Gustavo intenta sumergirse en el mundo interior de Facundo y, al mismo tiempo, busca respuestas en las posibles razones que llevaron al asesino, confeso y entregado a las autoridades por propia voluntad, a cometer el crimen que convirtió su vida en una tragedia.

Cristina alimenta los vientos del torbellino familiar cuando refuerza la culpa de Gustavo, quien solo se podrá liberar cuando encuentra la clave para comprender y valorar la esencia y profundidad de la verdadera relación que estableció con Facundo.

LA ESTÉTICA

La narración cobra fuerza con un sólido trabajo de dirección que demuestra un profundo respeto por el lenguaje audiovisual, con planos muy prolijos, sin diálogos de más y una impecable iluminación a cargo de Sebastián Gallo, director de fotografía de cabecera del desaparecido Eliseo Subiela (Hombre mirando al sudeste, Últimas imágenes del naufragio, El lado oscuro del corazón, etc.) a quien Rocca dedica esta película.

Destacan además las actuaciones de Marrale y Morán, figuras de mucho peso en argentina que en esta oportunidad levantan la historia con las convincentes interpretaciones de una pareja en principio amorosa y luego fracturada por la irreparable pérdida.

“Quise indagar sobre las relaciones familiares y sobre todo en el vínculo de un padre con un hijo. Esa fue la motivación que tuve para construir esta historia. La expectativa que tengo es que se puedan identificar, emocionar y quizás generar alguna pregunta propia (al interior de cada espectador)”, deseó el director en el mensaje audiovisual.

Maracaibo se estrenó en marzo de este año en Argentina donde aún continúa en cartelera, a juicio de Gil Molina, sostenida por una muy positiva aceptación del público. La cinta ha participado en los festivales de Pantalla Pinamar, Shanghai y en estos días estará compitiendo en el prestigioso Festival Iberoamericano de Huelva, España, por el máximo galardón el Colón de Oro. También ha sido invitado a los festivales de Trieste y Santiago de Compostela. Igualmente se espera que participe en otros dos renombrados certámenes que aún no han hecho público sus selecciones oficiales.

NUESTRA PARTE

Antes de la presentación a la prensa en Venezuela, Gil Molina detalló que, además de su intervención, la participación de Venezuela en esta cinta está representada en la música original creada por Olegario Díaz, el actor José Joaquín Araujo en un rol corto pero muy relevante que incluso tuvo mucho más peso en una versión inicial, y otros cuatro técnicos en las áreas de dirección, iluminación, edición y en el DIT, una disciplina que surgió con el formato digital, cuya función está vinculada con la calibración de la imagen en pleno rodaje.

Sobre el rol de Olegario Díaz, Gil Molina comentó que desde un primer momento estableció una conexión con el director. “Casi todo lo que le entregaba (Díaz a a Rocca) el director lo aprobaba, con muy pocos cambios. Por la dificultad de trabajar a distancia y las correcciones que siempre ocurren se planificó hacer la música en seis meses y Olegario (Díaz) la hizo en cuatro meses”.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Cortesía La Movida Films
Caracas