Se estrenará mañana en Caracas, Valencia, Maracay, Maracaibo y Puerto Ordaz|La película Er relajo der loro critica a las élites que gobernaron en el pasado

Mañana viernes 15 de junio se estrena en las salas comerciales del país la película Er relajo der loro, primer largometraje de ficción del documentalista criollo, John Petrizzelli, pieza que cuenta 50 años de historia y cultura venezolana mediante la visión tragicómica de un plumífero.

En una primera etapa la película se podrá ver en Caracas, en los cines de los centros comerciales Tolón, San Ignacio, El Recreo, El Hatillo, Sambil, Milenium, Líder, Galerías Ávila. También estará en Maracay, específicamente en el complejo de tiendas Las Américas; en Valencia se exhibirá en el Metrópolis y en el Sambil; en el Doral y Sambil de Maracaibo y el Orinoquia de Puerto Ordaz.

En este particular es conveniente aclarar que a las producciones venezolanas legalmente les corresponden al menos dos semanas de exhibición en los cines comerciales. Sin embargo, su permanencia más allá de ese lapso dependerá de la asistencia del público.

En palabras del propio autor, Er relajo der loro plantea una reflexión “sobre quiénes éramos y quienes somos como nación”; es una mirada crítica, desde el humor, “acerca de nuestras virtudes y nuestros defectos, retratados no en el presente sino, en el pasado reciente”, contó el realizador, en conversación con el Correo del Orinoco.

Según Petrizzelli prácticamente el loro es la única opción si se trataba de contar la historia venezolana desde los años 50 hasta los 90 mediante un animal: “Porque es el animal totémico nacional”, es representativo de la cultura caribeña, es muy común en nuestros hogares, puede hablar y cantarlo que sus dueños le enseñen y, quizá lo más importante, puede vivir hasta 70 años. “Mientras que un perro o un gato, por ejemplo, son animales universales y no duran ese tiempo”, argumentó el director.

ENTRE LA CRÍTICA Y LA RISA

Quizá porque el humorista Emilio Lovera es quien le da voz al Loro, Petrizzelli considera que la mayoría de la gente percibe este trabajo como una película solamente para reírse.

“Pero en realidad es una tragicomedia, pasan cosas terribles, mueren personajes, a otros los engañan y los estafan. Tiene situaciones que no son agradables”, anticipó.

– Pero ¿es más tragedia que comedia o más comedia que tragedia?

– Creo que es más trágica que cómica porque el loro en su experiencia con los seres humanos es principalmente negativa por los vicios y defectos de sus dueños. Él en las mejores manos. Si hubiera caído en mejores manos, quizás hubiera sido más feliz. Su primera dueña, una vendedora de emanadas que lo rescata de ser traficado hacia el exterior en los años 50, es quizá la persona más cercana al loro y la que él quiere más, pero ella lo pierde por circunstancias del destino y él queda solo.

-Luego pasa por varias manos

-Sí, y cada dueño le pone un nombre distinto. Hay un misógino mantuano, gay, que le pone Penélope por su mundo es femenino, la vendedora de empanadas le pone Empanadita, porque lo cambió por una empanada al traficante de aves, y una pareja supuestamente demócrata que luego se corrompe, le pone Democracia. Cada dueño le pone un nombre diferente.

-Específicamente ¿cuál es la participación de Lovera en esta película?

-Emilio Lovera no está ahí para imitar voces ni para hacer humor fácil, sino para narrar. Yo lo llamé como narrador, por su capacidad vocal, porque la historia la narra. Al final de la película se entiende por qué él, ya viejo, luego de muchos años, narra su historia. Eso a la manera de Biografía de un Cimarrón, un libro de del cubano Miguel Barnet, que narra las historias de un esclavo cimarrón de la manigua cubana, que cuando estaba muy viejo contó su experiencia de esclavo y fugitivo. Es un poco la historia del loro: esclavo y luego fugitivo por la ciudad.

-¿Ese fue el libro que le inspiró?

-No, en realidad me inspire en el loro de mi abuela, pero la obra de Barnet si me sirvió para fijar la estructura narrativa ese texto.

– Dice que la película invita a la reflexión sobre nuestra historia. ¿Fija alguna posición en este particular?

– Evidentemente hay una crítica a una época y a diferentes clases sociales, a las elites que gobernaron en el pasado. Hay una crítica social y una reflexión socio-cultural y política. Pero no es el único objetivo de la película. Es una crítica irónica y sarcástica hacia las costumbres y los vicios de esas elites. Pero en medio de esto hay muchas situaciones que hacen reír.

EFECTOS ARTESANALES

Todo el proceso de elaboración de Er relajo der loro, desde la escritura del guión hasta la realización, tomó dos años de trabajo. La mayor parte de ese tiempo se lo llevó las postproducción, porque la película requirió muchos efectos especiales y usamos técnicas de animación, que a juicio del director, tienen un aspecto artesanal.

“Nuestras animaciones y nuestros efectos especiales son artesanales porque nuestro cine es artesanal. Eso no quiere decir que sean malas, son de buena calidad pero no son como los de las películas norteamericanas, porque nuestra realidad es otra somos venezolanos y nuestras imperfección es parte de nuestro atractivo y de nuestras virtudes”, considero el artista.

Para John Petrizzelli, cuando todo es demasiado perfecto no tiene sentimientos. “Las técnicas de animación que usamos se corresponden con la historia y se ven muy bien. Como la historia es una fábula, no exactamente realista, creo que le va bien ese estilo de efecto. Hay concordancia con la historia”.

NO UN ANIMAL, SINO SIETE

Para el papel principal en Er relajo der loro, se emplearon a siete animalitos. Aunque parezca increíble, la figura central tuvo cuatro dobles de acción y dos dobles “de actitud”, uno que duerme de cabeza y otro que baila.

Desde el comienzo de la producción se estableció que los animales regresarían a su ambiente natural. Sin embargo los propios actores se quisieron quedar entre los humanos.

Según contó el director de la película, John Petrizzelli, en entrevista con el Correo del Orinoco, los emplumados fueron llevados a un sitio de adaptación antes de ser liberados definitivamente. En este espacio, lejos de su entrenadora y “madre adoptiva”, Mariela Silva, los animalitos se deprimieron y hasta se enfermaron.

Esto obligo a que, por recomendación de los veterinarios, regresaran a su hogar adoptivo inicial. “Están en una semilibertad, porque están sueltos por el hogar de Mariela Silva y son la alegría de la casa”, contó el realizador.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Cortesía Cinemapress
Caracas

Sali de la película un tanto desconcertada, estuve todo el tiempo esperando Er Relajo que el Loro armaría y que yo me estortillaria de la risa; como buena venezolana al fin. El rebobinar mentalmente la película me hizo caer en la profundidad de ésta; las escenas reales me dicen que de lo que se trata no es un relajo; es la seria realidad que hemos vivido período trás período. Y el Loro como un espectador en cada escenario, testigo de las más crueles realidades: el poder, la corrupción, fue despojado de quienes lo amaron; mostrando en cada momento su impotencia ante cada situación. Sin embargo, al final retoma su libertad buscando su naturaleza, su ambiente, lo que lo haría ser y sentir lo que inicialmente fue. Er Relajo del Loro nos muestra la terrible realidad que hemos vivido como venezolanos que perdimos el camino y también nos muestra que llego el momento de retomar nuestra libertad, «y nos señala que el camino depende de cada uno». Felicitaciones al productor!