Película Estafadoras de Wall Street muestra la peor cara de la sociedad estadounidense

El consumo desmedido, la ambición sin límites como única razón para obtener riqueza sin importar cómo, la injusticia relativa a la obtención de riqueza y la visión de la mujer como objeto sexual y la promiscuidad son algunos de los antivalores que exhibe Estafadoras de Wall Street, una película inspirada en hechos de la vida real, escrita y dirigida por Lorene Scafaria, protagonizada por la diva puertorriqueña Jennifer López, junto a Constance Wu, Cardi B, Keke Palmer, Julia Stiles y Lili Reinhart.

El filme lleva a la gran pantalla la historia de un grupo de bailarinas desnudistas o strippers que luego de la debacle económica de finales de los 90 del siglo pasado en Estados Unidos se las ingeniaron para estafar a varios de los hombres más ricos y poderosos del sector financiero estadounidense.

La historia que se dio a conocer gracias a las confesiones de Roselyn Keo, encarnada por Constance Wu, a una periodista de investigación interesada en develar el lado humano de las mujeres que se ganan la vida como strippers, comienza en un club nocturno de Nueva York, pocos años antes de la gran recesión.

En este lugar, la exitosa bailarina de baile de barra (pole dance), Ramona, interpretada por López, se convierte en la tutora de Destiny (Wu). Luego de vivir tiempos de bonanza se separan por la crisis financiera, para luego unirse y sumar a otras colegas con la intención de conformar un equipo y poner en práctica un plan para desplumar a grandes inversores y hombres de negocios, para así sortear la crisis que ese mismo sector financiero provocó.

Finalmente, concluye la propia Ramona, queda claro que todo Estados Unidos es “como un gigantesco strip club” (palabras más, palabras menos).

Por otra parte, el filme refleja la amistad y camaradería entre estas mujeres y otros aspectos de su humanidad que explican, sin justificar, sus acciones criminales.

«No es una historia directa de empoderamiento femenino. Está pensada para hablar de empoderamiento y de control: solo porque estemos empoderadas no significa que tengamos el control. Quería hablar de esa experiencia femenina», declaró Lorene Scafaria, a medios internacionales.

La cinta no solamente fue escrita, dirigida y protagonizada por mujeres, además, los roles principales en áreas como el diseño de la producción (Jane Musky), la dirección de arte (Kim Karon), el montaje (Kayla Emter), entre otros, fueron ejercidos por mujeres. Inclusive en el equipo de 12 productores, siete son mujeres, entre las que se cuentan Jennifer López y Lorene Scafaria.

T/ Luis Jesús González Cova
Caracas