La novena edición del Festival de Cine de los países del Grupo Latinoamericano y del Caribe (Grulac) sirvió de escenario para la proyección de la película venezolana «Azú, alma de princesa», en Sudáfrica.
La embajadora de Venezuela en Sudáfrica, Mairin Moreno Mérida, manifestó, poco antes de la puesta en pantalla de la cinta, que «‘Azú’ muestra el origen de la afrodescendencia en Venezuela, una parte de la historia de nuestro país que por muchos años fue silenciada».
Asimismo, junto con «Azú», otras 13 producciones cinematográficas de países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Jamaica y México también fueron proyectadas.
El largometraje venezolano cuenta la historia de una niña africana que es secuestrada y llevada a la fuerza a tierras americanas, donde posteriormente es vendida como esclava. La historia surgió de una investigación de la realizadora Patricia Kaiser sobre la vida y maltratos que padecieron hombres y mujeres que fueron sometidos a la esclavitud.
En la trama, protagonizada por Flora Sylvestre Joseph y Juvel Vielma, un grupo de esclavos decide huir a una hacienda de caña de azúcar en búsqueda de un cumbe (territorio para vivir en libertad).