La obra de Alfredo Lugo está ambientada en los años 80 del siglo pasado|Película venezolana Un tiro en la espalda debuta este viernes en las carteleras comerciales

Desde hoy estará en las salas comerciales de Barquisimeto, Maracaibo, Caracas, Valencia y Maracay la película venezolana Un tiro en la espalda, obra escrita y dirigida por Alfredo Lugo con las actuaciones protagónicas de Mauricio Rentería, Marian Valero y Margarita Hernández, en una historia ambientada a finales de los años 80 del siglo XX.

El largometraje de ficción, filmado en 1997, llega a la gran pantalla luego de casi 20 años para contar una historia articulada, curiosamente, con códigos y elementos semánticos vinculados a la temporalidad o más bien a la atemporalidad e incluso podría decirse que a la vigencia e insistencia de modelos políticos, económicos y culturales hegemónicos e injerencistas.

EN CLAVE DE TRÍO

Al igual que en Los tracaleros y Los muertos sí salen, en esta oportunidad Lugo retomó la fórmula de la terna protagónica, formada por personajes dispuestos a combatir el mal, pero que en el fondo su profunda inocencia no les permite ver las verdaderas dimensiones del descomunal monstruo al que se enfrentan.

Surrealista, onírica y oscura, Un tiro en la espalda cava una extensa zanja con las estructuras narrativas convencionales y se atreve a buscar su propio lenguaje para exponer un relato ambientado en los años 80 del siglo pasado, dentro de un país latinoamericano que no se define completamente, donde un funcionario de seguridad sale de la policía tras descubrir irregularidades y retener en su poder las pruebas en las cuales se demuestran las agresiones de una potencia extranjera en operaciones concebidas para intervenir en el destino de otras naciones del mundo entero, con el apoyo de figuras locales de poder.

El policía crea una alianza con dos audaces y bellas jóvenes periodistas, quienes en una investigación profesional comprueban la insólita y anacrónica presencia de dos agentes de la SS hitleriana, involucrados en los asuntos descubiertos por el policía.

EL RESURGIR DEL FASCISMO

La tenaz persecución que sufre la terna protagónica es el elemento que sostiene la peculiar estructura narrativa de esta película de “suspenso político”, más que de suspenso policial como dice el propio autor, dentro de la cual los esfuerzos del policía y sus dos acompañantes chocarán con su propia ingenuidad, a pesar de comprobar no solamente la presencia de los agentes de la SS no solo en el país donde se encuentran, sino además en múltiples golpes de Estado e invasiones promovidas por los Estados Unidos en el mundo entero, especialmente en los tiempos de la Guerra Fría.

El autor toma como base la experiencia real de Klaus Barbie, conocido como El Carnicero de Lyon y otros agentes nazis, para crear una metáfora audiovisual sobre la vigencia y el resurgimiento del fascismo en el mundo.

“Creo que la intención de todo mi cine es dejarle un mensaje concientizador, en este caso sobre el resurgimiento del fascismo en el mundo y el peligro que eso implica para la humanidad”, reveló el realizador minutos antes de la presentación a la prensa de la película distribuida por la estatal venezolana Amazonia Film.

ATEMPORALIDAD

A juicio de la coordinadora de posproducción Isis Siva, puesto que la historia ambientada a finales de los años 80, filmada a finales de los 90 y terminada apenas este año, potencia el poder expresivo del elemento tiempo como una figura metafórica que incluso plantea un diálogo en el cual ha de considerarse el tiempo presente marcado por “sucesos recientes que se han desencadenado, como el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos”.

Justamente el principal misterio de la investigación policial y periodística de los protagonistas se concentra en descifrar cuál es la conexión de los agentes de la SS hitleriana con la potencia extranjera que busca someter a otras naciones y con las complacientes autoridades del país donde se desarrolla la historia. Evidentemente, en función del contexto, en plena década de los 80 las preguntas motivadoras buscan responder cómo es posible que estos funcionarios nazis estén presentes en el momento histórico de la película y además sin envejecer. Cómo es posible la ubicuidad de estas figuras comprobadas en las fotos donde aparecen en golpes de Estado e invasiones, principalmente en África y Latinoamérica.

En un sentido metafórico estos agentes de la SS que aparecen “entre la espesa bruma del tiempo” y cuya vigencia “solo tiene sentido por el terrible poder de algunos países”, surgen dentro de la historia con la intención de “eliminar sus vínculos con los crímenes salvajes y actos de terrorismo de Estado de la hegemonía contemporánea”.

NO COPIA LA REALIDAD

Al igual que el resto de las películas de Lugo, Un tiro en la espalda no busca copiar la realidad. Por el contrario, se adentra en el cosmos del lenguaje artístico circunscrito a la galaxia de los múltiples códigos audiovisuales para crear un relato de ficción:

“Yo concibo el cine de otra manera. En mi opinión el cine no reproduce la realidad, sino que plasma el relato de un autor. Creer que el cine retrata la realidad me parece que es una gran patraña”.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Héctor Rattia
Caracas