Película venezolana Yo, mi ex y sus secuestradores concluyó etapa de posproducción

La cinta se rodó completamente en Caracas

El filme apoyado por el CNAC propone desde la comedia negra una crítica a la violencia en diferentes manifestaciones, desde la agresión hacia los animales hasta las acciones criminales

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Yo, mi ex y sus secuestradores, primer largometraje de ficción de Javiera Fombona, es una de las 13 películas venezolanas que tuvo la suerte de completar su proceso de producción durante 2016. La semana pasada, la película finalizó la etapa de posproducción y ya se afinan los detalles para comenzar sus postulaciones a festivales internacionales, antes de su estreno comercial en el país, que probablemente será luego de la primera mitad de 2018.

En conversación con el Correo del Orinoco, la directora remarcó el apego de su ópera prima al género de la comedia negra, entendido como el conjunto de códigos audiovisuales que en su discurso integral propone una reflexión, al tiempo que busca provocar la risa sobre temas tabú y situaciones de las cuales no nos reímos usualmente.

SOBRE LA VIOLENCIA

En este caso, la intencionalidad de la propuesta de Fombona es hacer una crítica, desde el humor oscuro y punzante, sobre la violencia en sus diversas manifestaciones como la violencia contra los animales, la violencia familiar, pero no en el plano físico sino psicológico, esa forma de agresión solapada, generalmente proveniente de las figuras parentales “que quizás sea la peor, porque es la que forma a individuos más violentos y retorcidos”, consideró Fombona.

En la historia de Yo, mi ex y sus secuestradores una de las figuras centrales es Carlota, una joven interpretada por  Graziella Mazzone, criada por unos exigentes abuelos que hacen de ella una competitiva, perfeccionista y exigente arquitecta. También está Bárbara, una vegetariana, activista por los derechos de los animales y pareja de la arquitecta.

Carlota está concentrada en un nuevo proyecto que se presenta como competencia para ascender en su trabajo, pero una perra sarnosa, rescatada de la calle por Bárbara, destruye la maqueta. La arquitecta  decide terminar la relación e incluso bota a su pareja de la casa, quien luego  es secuestrada por los hermanos Juan (Claudio    de la Torre) y Pedro (Alexander Rivera) Buenos Santos, junto a Cristina (Sheila Monterola).

“Mientras Bárbara evita ser cortada en pedacitos por sus secuestradores, Carlota debe aprender a reajustar sus prioridades y enfrentar sus temores para poder así salvar a la mujer que ama”, dice la sinopsis.

Javiera Fombona junto a diseñador de sonido Gustavo González, al momento de ajustar detalles finales

MUCHA SANGRE

Javiera Fombona confesó que en este primer largometraje de ficción se identifican referencias estéticas de directores que de alguna manera han influido en su proceso creativo, como por ejemplo, la simetría en la mayoría de los escenarios, tomada del estilo de Wes Anderson (Gran Hotel Budapest, Ladrón que roba a ladrón); la cámara lenta que luego se acelera usada mucho por Guy Ritchie (Snatch, Cerdos y diamantes, Juegos, trampas y dos armas humeantes) uno de los máximos exponentes contemporáneos de la comedia negra y la sangre a chorros que se ve mucho en las obras de Quentin Tarantino (Reservorio de perros, Kill Bill).

Si bien la directora admitió que la película está cargada de mucha furia, aclaró que no se trata de una violencia real, sino más bien exagerada, sin caer en la caricaturización. “Hay mucha sangre, pero no se siente que sea una violencia realista, que pueda afectar realmente la sensibilidad del público”.

LA VIOLENCIA DE LA IMAGINACIÓN

En este sentido, está la violencia desmedida de los hermanos Dos Santos. Sin embargo, adelantó Fombona, la violencia más descarnada y brutal es la de los pensamientos de Carlota, que se presentan un poco al estilo de la serie estadounidense Ally McBeal, sobre una abogada que podía arrancarle la cabeza a la gente, pero solo en sus pensamientos.

“Carlota es de las que se calla todo, se guarda todo y con la única que no lo hace es con Bárbara que es a quien ama realmente”, acotó Fombona. Parte de la película es el recorrido de la arquitecta en la búsqueda de su propia voz, apuntó la realizadora.

Además, el grupo de criminales se escapa de los esterotipos convencionales de los secuestradores de películas que se apegan un poco más a la realidad. Usan como fachada una pastelería que es además el negocio familiar y no hay marcas o elementos de tipo social dentro de la historia.

“Quise hacer personajes oscuros. Para Juan lo más importante es la familia, pero es contradictorio porque a la vez es muy violento. Pedro es pastelero de vocación y quiere salirse del mundo del crimen que lo rodea. La gente se enamora un poco de él, pero es el que hace las cosas más terribles, es asesino y se acuesta con Cristina, la novia de su hermano, que está embarazada pero no se sabe de quién. Y Cristina que piensa que está enamorada de Juan, pero en realidad se siente atraída por la sensibilidad de Pedro”, reveló Fombona.

Sobre toda esa violencia, como ya mencionó la guionista, esta la violencia psicológica parental. En el caso de Carlota, su agresividad proviene de su necesidad de complacer a sus abuelos, así como el origen de la violencia de Juan es la necesidad de complacer a su tío Pablo.

LA GÉNESIS

Yo, mi ex y sus secuestradores surgió como idea en 2005, cuando Fombona vivía en Canadá. Inclusive se comenzó a escribir en inglés. En principio la chispa generadora fue un rompimiento amoroso, pero muy temprano la historia cambió de rumbo.

Sin dejar de retomar por períodos el guión, Fombona regresó al país en 2008, cuando comenzó a postular el guión, al principio sin éxito, a los planes de financiamiento del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC).

Entre 2009 y 2010 el guión fue objeto de lecturas cruzadas en el CNAC y finalmente, luego de aproximadamente 21 versiones del texto, el CNAC decidió apoyar la realización de la película en 2016.

A principios de la semana pasada se estaban ajustando algunos detalles de audio, para finalmente realizar las respectivas copias y así comenzar el camino de las postulaciones a festivales, para su posible estreno en el país el año próximo.

“Nos parece que la película quedó muy bien, la historia está bastante redonda y coherente. Además es una película de humor negro, inteligente y muy entretenida, con efectos especiales que creemos que le van a llamar la atención, especialmente al público juvenil, aunque creemos que puede atraer a un espectro amplio del público. Espero que a la gente le guste, es salgo diferente a lo que se ha hecho aquí y creo que va a funcionar”, estimó la autora.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Miguel Romero
Caracas