Pesadilla humanitaria

POR: JIMMY LÓPEZ MORILLO

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El cabecilla de la mafia narco-paraca que gobierna al vecino país no pierde tiempo ni oportunidad para referirse a Venezuela y su Revolución Bolivariana en términos despectivos, agresivamente injerencistas. Como integrante de la nueva especie ofídico-canina aludida por su par y compañero de conjuras peruano, no cesa de mover la colita echado en la alfombra del amo imperial. Sin embargo, no contento con ello, también funge de muñeco del ventrílocuo de la Casa Blanca.

El año pasado dijo que nuestra Nación se había convertido en una de sus “pesadillas”, porque supuestamente desde aquí cruzan fronteras miles de venezolanos buscando “refugio” en aquellas vecindades.

La semana pasada expresó su “preocupación” por la presunta “crisis humanitaria” que atravesaría la “revolución fracasada de Maduro”, negando, en la misma intervención, que millones de colombianos y sus descendientes se benefician de todas las Misiones Sociales de este “fracasado” proceso que aun sigue liderando nuestro Comandante Eterno y Supremo Hugo Chávez Frías.

El no tan santo mandatario lo niega, simplemente porque para él y su pandilla no existen los desplazados por las atrocidades ocurridas tras casi un siglo de exterminio en aquellas vecindades, por quienes han convertido al Palacio de Nariño en una guarida de delincuentes.

Al cínico Jefe de Estado no le producen “pesadillas” el casi centenar y medio de dirigentes sociales asesinados en 2017 por sus bandas narco-paramilitares con la mas absoluta impunidad, ni el hecho de que el acuerdo de paz suscrito con las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas -impulsado y promovido tanto por el presidente Chávez como por su sucesor, Nicolás Maduro-, está en pico de zamuro, como lo han venido denunciando las FARC-EP, transformadas ahora en partido político. Recientemente también le dio una patada a la mesa de negociaciones con el ELN, lo cual para nada le quita el sueño.

La verdad detrás del afán de protagonismo del muñeco de ventrílocuo gobernante en la vecina nación, es que su única preocupación es cumplir con sumisión las órdenes impartidas desde Washington, convirtiéndose en vocero regional de la campaña destinada a propiciar la intervención foránea en Venezuela, bajo la excusa de la tan manida “crisis humanitaria” a la cual se aferran por estos pagos, como tabla de salvación para acceder a la Presidencia de la República que no han podido ganar por la vía electoral, Julio Borges, Henry Ramos Allup, Henrique Capriles y toda esa caterva de apátridas que conforman la dirigencia opositora.

Nosotros estamos claros, no queremos, para nada, el “humanismo” gringo, con su secuela de bombas, muerte y destrucción. El reptil Santos, ya debería saber lo que puede hacer con sus opiniones sobre esta Venezuela libre y soberana.

jimmylopezmorillo@gmail.com
Caracas