Criaturas en peligro de extinción|Pesquisas sobre anidación de tortugas marinas en playas cubanas

Nueve playas de la península cubana de Guanahacabibes funcionan como laboratorios a cielo abierto para estudiar y proteger la anidación de tortugas marinas, criaturas en peligro de extinción.

Tres variedades -carey, caguama y verde- llegan a las dunas de la apartada demarcación, Reserva de la Biosfera, para hacer sus nidos de mayo a septiembre.

Con la incorporación desde este viernes de varios grupos de estudiantes, se refuerzan las labores de monitoreo de los quelonios en la localidad, declaró a Prensa Latina el Máster en Ciencias Lázaro Márquez, director del Parque Nacional radicado en ese occidental paraje.

Comentó que como novedad, en esta ocasión participarán en las pesquisas alumnos de dos universidades locales, junto a especialistas del territorio y del Centro de Investigaciones Marinas.

Profesores de la Universidad de La Habana respaldan también las investigaciones, iniciadas hace más de una década en el lugar, las cuales incluyen el cuidado de los reptiles y sus nidadas hasta el momento de la eclosión, así como la determinación de la especie a la que pertenecen, la talla y otros parámetros.

En esta temporada se habilitaron cinco campamentos para estudiantes en las proximidades de la costa, explicó.

Los voluntarios organizan recorridos nocturnos por la arena para avistar a las tortugas desde su arribo a tierra.

Denominados antiguamente pescados con escudos, esos curiosos habitantes del océano son protegidos por los ecologistas, que permanecen en el litoral durante unos 15 días hasta la llegada del próximo contingente de estudiosos.

Jardines de la Reina, Cayo Largo del Sur, el Parque Nacional Cayos de San Felipe, Isla de la Juventud y Guanahacabibes, son los principales sitios del territorio cubano frecuentados por las tortugas marinas.

Cada ejemplar puede regresar en siete oportunidades a la playa donde nació, durante un mismo período de desove, para perpetuar la especie.

Guanahacabibes, en el extremo oeste de la isla, abriga a una exuberante selva tropical y a más de 200 variedades de aves, entre nativas y exóticas.

Fuente y foto/Prensa Latina