Petare y Venezuela entera se pintan de luto por la muerte de Miguel von Dangel

La madrugada del 25 de julio Venezuela perdió a uno de sus más importantes artistas plásticos de la actualidad, el petareño Miguel von Dangel. Petareño, sí, ese era su gentilicio preferido, una identidad que blandía con orgullo y como en un acto de resistencia frente al resto de la ciudad y del mundo, como una demostración de su profundo arraigo a ese terruño que amó desde su llegada de Alemania, cuando tenía apenas 4 años.

El artista murió a los 75 años de edad, en el Hospital Clínico Universitario de Caracas, después de largo tiempo de lidiar con afecciones cardio pulmonares e intestinales, aunque en las redes sociales no se especificaron las razones de su deceso.

UN ARTISTA EXTRAORDINARIO

Von Dangel estuvo activo hasta hace unos meses cuando inauguró la exposición Epifanía a la sombra de la montaña sagrada en la galería D’Museo, del Centro de Arte Los Galpones. Un homenaje a la Sultana de Caracas, ese emblemático pulmón natural de nuestra ciudad que el petareño interpretó de muchas maneras por medio de su variopinto lenguaje plástico.

En 2014, con una muestra en el Museo de Arte Popular Bárbaro Rivas, quien fue su amigo además de vecino, Miguel von Dangel le rindió uno de sus últimos homenajes de gran envergadura a Petare, en ocasión de los 393 años de la fundación de esta localidad, a la que llegó en los años 50. La muestra, de acuerdo al reconocido crítico de arte Perán Erminy fue“un evento extraordinario, fuera de lo común en el mundo de nuestras artes, esta memorable exposición del ilustre petareño Miguel von Dangel. Después de muchos años de retiro en la tensa maduración de su trabajo, presenta ahora como un homenaje a Petare, que es, al mismo tiempo, un homenaje que Petare le rinde a él como su hijo entrañable y preeminente”.

EL PINTOR DE LA CIUDAD DE DIOS

De Civitate Dei, como se tituló la muestra que marcaba un regreso a las salas luego de una larga pausa, no se trataba simplemente de una serie de obras en las que se capturan fragmentos pintorescos de Petare sobre las cuales se puedan reconocer algunos parajes de la localidad extraídos de la memoria del artista. Más allá de eso, el artista ofreció en ese corpus extraordinario un discurso autónomo que, en conjunto “permite identificar múltiples metáforas con sus respectivas reflexiones, como por ejemplo sobre el arte como actividad marginal dentro de los acontecimientos sociales, políticos e históricos que han configurado la ciudad”, reflexionó en ese momento para el Correo del Orinoco.

En aquel homenaje a su terruño, coexistían, entre otros discursos, una mirada meramente estética como resultado de un manejo lúdico de la transposición temporal y espacial de referentes universales, por medio del cual von Dangel colocaba, por ejemplo, a van Gogh pintando a Petare en lugar de uno de sus trigales europeos, o al Greco inspirándose en un paisaje de la localidad caraqueña en sustitución de su amada ciudad de Toledo en España.

En resumen, esa fue una manera de mostrar a Petare, de manera imaginaria, lúdica y atemporal ante el mundo de las artes plásticas.

ADICTO AL COLLAGE

Adicto al collage como lenguaje de expresión plástica, Miguel von Dangel fue principalmente autodidacta, aunque durante su adolescencia cursó estudios libres, sin termina, en la la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas, bajo la tutela del maestro a Luis Guevara Moreno, actividad que perdió ante su afición por la taxidermia, disciplina a la que seguramente llegó por su padre, el zoólogo polaco Félix von Dangel.

Miguel von Dangel fue merecedor del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1990 y en 2003 tuvo el honor de ser homenajeado en la Feria Iberoamericana de Arte.

Recientemente el escritor venezolano de gran proyección internacional, Rodrigo Blanco Calderón, se inspiró en él para la historia principal de su recopilación de relatos Los terneros, donde aparece en una versión ficcionada que además tendrá continuidad en una próxima novela del autor.

T/Luis Jesús González Cova
F/Archivo CO
Caracas