Petróleo y Chávez II

TINTA CRUDA

POR: ALFREDO CARQUEZ S.

___________________________________________________________________

El presidente Chávez llega al Palacio de Miraflores y casi que de inmediato se lanza en ofensiva diplomática para rescatar el valor del barril petrolero en el mercado internacional. Esa tarea tenía como materia obligada recuperar la credibilidad de Venezuela ante sus socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y dejar en el pasado la guerra soterrada de bajos precios y aumento indiscriminado de la producción que, promovida por la alta gerencia de Petróleos de Venezuela, beneficiaba directamente a las grandes potencias sedientas de energía barata.

A continuación el Comandante se ve en la necesidad de enfrentarse con buena parte de esa dirigencia petrolera decidida a no reconocerlo como Jefe de Estado, debido a su empeño de hacer de la empresa una herramienta para la atención del pueblo. Inicialmente el conflicto no genera mucho ruido ante la opinión pública durante las discusiones relacionadas con la elaboración de la Ley Orgánica de Hidrocarburos. Pero luego se produce una fuerte estridencia, pues los medios privados de comunicación hicieron lo suyo para satanizar el proyecto de ley, y más aun cuando finalmente el mismo fue aprobado.

En ese momento se hizo claro el divorcio de los ejecutivos de la compañía con los intereses nacionales, hecho que luego hizo inevitable el choque de trenes que alcanzó su clímax con el sabotaje y bloqueo petrolero de finales de 2002 y comienzos de 2003.

Vale recordar que la posición de la meritocracia petrolera en contra de la LOH coicidió, casi que al calco, con las opiniones fijadas por las cámaras empresariales en las que militaban las grandes compañías petroleras extranjeras y con la postura oficial de Estados Unidos. En esos días la embajadora de la Casa Blanca fue invitada a salir del despacho presidencial con mucha caballerosidad, cuando tuvo la desfachatez de tratar de presionar al presidente Chávez para que echara al cesto el instrumento legal mencionado.

El país estaba en crisis, los ingresos fiscales no alcanzaban para cubrir las necesidades de una nación víctima de casi dos décadas de neoliberalismo. Pero aun así el Presidente no cedió a los cantos de sirena que pedían mayores ventajas para el factor capital a cambio de promesas de grandes inversiones foráneas. Chávez se mantuvo firme en la defensa de la administración racional y soberana de nuestro principal recursos natural no renovable: el petróleo.

alfredo.carquez@gmail.com
Caracas