Debate abierto por Carolus Wimmer|Petróleo y sangre (Opinión)

La oligarquía financiera internacional tiene en Obama el mejor de los aliados. Morirá más gente inocente en el conflicto en el Medio Oriente, víctima de la “guerra inoculada” por el imperialismo usando el parapeto del Estado Islámico (ISIS). Pero esto no es importante para Washington, se trata de obtener el control de los recursos energéticos del planeta.

También sufre el pueblo estadounidense. Los impuestos, los recursos, son para financiar acciones bélicas, no para garantizar el bienestar social. Los Halcones del Pentágono piden más dinero para la victoria.

Esta guerra está concebida para varias generaciones y apunta a futuro hacia Irán, Rusia y China, potenciales enemigos de la brutal expansión imperialista estadounidense.

Las repercusiones se sienten. El pacto petrolero entre EE.UU y Arabia Saudita, se sirve del contrabando de crudo que controla ISIS y que alimenta el desajuste de los precios en el mercado internacional. El objetivo es claro: aplastar las economías cuyos gobiernos son hostiles a los intereses de la Casa Blanca e imposibilitar el surgimiento de un nuevo mapa geopolítico mundial.

No debemos permanecer de brazos cruzados, observando cómo los poderosos se reparten la tierra como un pastel. Las acciones diplomáticas de los gobiernos progresistas, como el de la Venezuela Bolivariana y Chavista, son válidas y necesarias. Pero también es necesaria la participación de los movimientos sociales, de la clase trabajadora organizada, de todos los sectores que apuestan por un mundo mejor, en una gran ofensiva popular contra la guerra, haciendo uso del internacionalismo y la solidaridad. Ya lo han advertido. La guerra de petróleo y sangre, y sus consecuencias políticas, económicas y sociales, va para largo rato.

@WimmerParlatino