Pido a Dios que arranque el racismo y el odio del alma de los opositores

Es hora de luchar por esta Venezuela que es hermosa, todos unidos y no matándonos como animales

“Trataron a mi hijo como un animal o como los judíos a Cristo. Como a un sinfamilia, debido al egoísmo y racismo que tienen y que no saben cómo expresarlo”, dijo Inés Esparragoza, al pie de la urna donde yacían los restos mortales de su hijo Orlando José Figuera Esparragoza

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Inés Esparragoza, al pie de la urna donde yacían los restos mortales de su hijo Orlando José Figuera Esparragoza, quien batalló durante 15 días por su vida en un hospital de Caracas, luego de haber sido brutalmente golpeado, apuñalado y quemado por una turba opositora en el sector Altamira de Caracas, pide a Dios que le dé entendimiento y fortaleza para superar el dolor de la pérdida física de su hijo y que cubra con su sangre bendita a sus victimarios quienes están enfermos de odio y racismo.

“Quiero justicia tanto del Ministerio Público como del Presidente de la República para que no vaya a quedar impune este caso, como tantos otros que han quedado impunes. Que se averigüe desde el hospital hasta Altamira donde sucedieron las cosas. Allí hay cámaras, que las vean. No va ser posible que porque una persona pase con una camisa roja por Chacao o cualquier parte del este, la vayan a matar y quemar como animales como hicieron con mi hijo”, dijo.

Aunque asegura no tenerle miedo a quienes acabaron con la vida de su hijo, y que incluso irá con una camisa roja por el sitio donde lo mataron para ver si la atacan con la misma bestialidad que demostraron contra su tercer descendiente. “Trataron a mi hijo como un animal o como los judíos a Cristo. Como a un sinfamilia, debido al egoísmo y racismo que tienen y que no saben cómo expresarlo”, comentó esta cristiana evangélica de poco más de 40 años.

“Ahora estoy sufriendo, estoy dolida y tengo rabia, pero ya está bueno de tanta violencia, por favor vamos a buscar la paz, todos somos hermanos. Lo que yo pido, como le pedí al señor Julio Borges y a Henrique Capriles es que si toda esa gente es infiltrada que tomen las precauciones necesarias para evitar que se sigan enlutando hogares por culpa de sus llamados a la violencia”, declaró.

Reconoce que no es la única madre venezolana que está sufriendo por esta violencia. “Yo luché con mi hijo 15 días en un hospital, durmiendo en un banquito. No lo quería ver en una urna, prefería verlo con tubos o con lo que sea. Pero me tocó a mí, Dios sabe por qué lo decidió así”, dijo.

Desea que ningún venezolano viva la experiencia de ver sufrir a un hijo en un hospital víctima de la intolerancia política y el racismo. “A mi hijo por ser negro me lo mataron. Yo soy negra, cómo hago a quién culpo, tengo que culparlos a ellos y los voy a seguir culpando hasta que haya justicia, Eso es lo que yo quiero. Eso es lo que quiere mi familia, porque él también tenía familia”, sentenció.

“Y si ellos dicen que no fueron que vengan y me busquen. Yo estoy dispuesta a entrevistarme con ustedes mismos. Que me den la cara a mí, y me digan que no son ellos los que les dan dinero a esos muchachos para que ataquen a los chavistas”, comentó.

¿Qué cree que sucedió ese día?

-Ahorita cierro mis ojos y solo lo veo sufriendo en esa cama. No he visto el video, ni lo quiero ver porque de verdad, si lo vi sufrir en carne viva por las quemaduras y heridas imagínense lo que sentiría si veo uno de esos videos. Hoy fue que vi una noticia en el periódico sobre mi hijo, porque en estos 15 días no tenía corazón ni cabeza y sentí tanta tristeza por ellos, por esa gente que me inspiraron lástima porque hay que sentir dolor por ellos mismos, porque ellos al no poder lograr sus deseos políticos se van a matar igual”.

¿Qué le pide a Dios para usted y para el país?

Ahora le pido a Dios que me dé fortaleza y entendimiento, porque aunque me considero una mujer fuerte, y por eso he sido madre y padre de mis hijos, y lo voy a seguir siendo estoy llena de dolor e impotencia. Pero sobre todo que ayude a esa gente que las cubra con su sangre bendita y poderosa y arranque esos espíritus malignos que están apoderados de ellos.

Es hora de luchar por esta Venezuela que es hermosa, todos unidos y no matándonos como animales. Hasta cuándo, ya no tengo lágrimas, y le pido a Dios que me saque la rabia y sé que me la va quitar. Voy a seguir luchando y si nadie hace justicia yo voy a ver dónde busco, así mueva cielo y tierra encontraré justicia.

¿FISCAL DESINFORMADA?

La madre del joven quemado y apuñalado por grupos fascistas el pasado 20 de mayo en Altamira, rechazó que la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, dijera que el video donde se muestra cómo grupos terroristas quemaron a Figuera haya sido manipulado.

“Mi hijo murió debido a las lesiones en casi el 90% de su cuerpo, luego de ser atacado por grupos violentos durante protesta en Altamira. Esa es la única verdad”, dijo Esparragoza.

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Desempleada por odio

Inés Esparragoza, además de ser una testigo del odio y del dolor, ahora es una víctima de discriminación al ser despedida por sus patronos identificados con la oposición luego de que aparecía en el canal del Estado VTV relatando lo ocurrido con su hijo.

“Yo trabajaba como doméstica; las personas para quienes trabajo son de parte de la oposición, y bueno, por medio de esto, hasta hace unos días estuve trabajando allí, luego que, supuestamente, sus patronos vieron el video transmitido en Venezolana de Televisión el pasado 23 de mayo, en el que ella relataba lo que había pasado con su hijo y le despidieron .

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En paz con Dios

Según su madre, Orlando Figuera murió en paz con Dios, ya que desde el año pasado estaba asistiendo a la iglesia. “Estaba reconciliado con el Señor y sé que se fue con él”, dijo su madre.

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Desde Sucre hasta Caracas

Inés Esparragoza es natural de Cumanacoa, estado Sucre, tuvo sus seis hijos en Caracas y regresó a su pueblo, pero años después retornó a la capital con la esperanza de encontrar una mejor vida para sus hijos, luego de vivir en barrios de la Gran Caracas, se trasladó a Cúa, estado Miranda donde vive en un ranchito junto a su pareja y dos de sus hijas.

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Orlando Figuera era cristiano evangélico y deportista

Deportista apasionado

Aunque Orlando Figuera jugaba fútbol en el barrio, su madre asegura que daba la vida por el beisbol. “Era fanático del equipo Magallanes y fue formado en la escuela de los Criollitos de Venezuela, en el 23 de Enero y en La Dolorita, donde formó parte de las selecciones infantiles de Distrito Capital y Miranda”, resaltó.

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T/ Luis Ángel Yáñez
F/ María Isabel Batista
Caracas

 


Van cuatro fallecidos por este tipo de delito

El Defensor del Pueblo solicita que crímenes de odio deben ser rechazados por todo el pueblo

El Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, solicitó a todas y todos los venezolanos rechazar los crímenes de odio que se han registrado desde el llamado a la calle por parte de la oposición venezolana y que ya ha cobrado la vida de cuatro personas, luego de la muerte del joven Orlando Figuera, el domingo en la madrugada, por una complicación producto de las heridas que le fueron provocadas cuando lo quemaron vivo.

Durante la presentación del informe sobre la violencia de los dos últimos meses denominado “En defensa de la paz y la verdad” El Defensor manifestó su preocupación sobre el incremento de este tipo de delitos y su apoyo por parte de algunos sectores minoritarios de la oposición.

Recordó que en Venezuela este tipo de delitos no son comunes, ya que el pueblo es pacifista, por lo que instó a todos los sectores del país a pronunciarse y rechazar cualquier tipo de acciones en favor de los crímenes de odio.

Saab definió que los delitos de odio como el ataque de un grupo de personas en contra de otro motivado, de manera exclusiva, por su pertenencia a un determinado grupo social, sexo, pertenencia étnica, religión, nivel socioeconómico, identidad de género, nacionalidad, orientación sexual, discapacidad, ideología o filiación política.

Con la muerte de Figuera ya son cuatro los fallecidos por crímenes de odio: Almelina Carrillo quien falleció por traumatismo en Caracas, luego que un hombre lanzara desde un balcón una botella de agua congelada, contra una manifestación progubernamental. La víctima no participaba en la manifestación.

Pedro Josué Carrillo, quien fue secuestrado por desconocidos por ser partidario del Gobierno y fue encontrado días después ejecutado.

Y el teniente de la Guardia Nacional Bolivariana, Danny Subero, quien fue golpeado y asesinado con impactos de bala en Cabudare, estado Lara, cuando participaba de un velorio.

La última de las víctimas por crímenes de odio fue Orlando Figuera, quien falleció por una complicación cardiorrespiratoria producto de las quemaduras en más de 80% de su cuerpo, propiciadas por grupos de ultraderecha en Altamira, municipio Chacao del estado Miranda.

Además de los cuatro fallecidos, las autoridades contabilizan cerca de 17 agresiones en multitudes donde han resultado varias personas heridas con armas de fuego, golpes, fracturas y quemaduras por pensar distinto, tener una militancia política en favor del Gobierno o ser confundido con un adversario político.

T / David Rosas
F / Archivo CO
Caracas