Dijo este domingo|Piedad Córdoba: Liberaciones son un gesto político de las Farc

Piedad Córdoba, líder de Colombianos y Colombianas por la Paz, le pidió al presidente Juan Manuel Santos que acepte como un gesto político de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) la liberación unilateral de los últimos 10 uniformados que aún mantienen secuestrados.

La exsenadora también llamó al Congreso a escuchar la opinión de la insurgencia sobre el marco jurídico para la paz y aclaró que está segura de que el Jefe de Estado no la llamará a ser interlocutora con las guerrillas si hay un proceso de paz en el país.

A continuación una entrevista realizada a Piedad Córdoba por el diario colombiano El Tiempo:

¿Qué significan las liberaciones para el fin del conflicto y qué espacio le pueden abrir a la paz?

Uno pudiera pensar que frente al poder político, nada, porque no se ve una decisión contundente de tomarlas como un hecho político que abona a la paz. Aunque tengo la esperanza de que el Presidente lo tome de esa manera, aunque no creo que nadie pretenda suplantarlo en el poder que tiene para avanzar en hechos de paz.

Pero uno sí tiene que decir que tan pronto revelamos el nombre del aeropuerto en el que se van a hacer las liberaciones (Vanguardia de Villavicencio), arreciaron los bombardeos en esa misma región, y creo que no son bombardeos ni enfrentamientos usuales, si así se les pueden llamar. Ha habido una utilización vulgar de la fuerza. Eso también deja un mensaje de que pareciera que realmente no existieran hechos de paz como las liberaciones, que pudieran dar lugar a que se avance en el proceso.

¿Hace falta voluntad política para buscar la paz?

Esa es una decisión del Presidente, porque es la cabeza del Gobierno y el presidente de los colombianos, así no hayamos votado por él. Sé que tiene mucha presión de sectores como los que están asesinando a los líderes de restitución de tierras. De eso hubo un episodio lamentable esta semana en Jiguamiandó y Curvaradó, con el asesinato de Manuel Ruiz y de su hijo.

¿Será que hay una fuerza mucho más fuerte que el mismo Estado – se pregunta uno- que está asesinando a quienes están buscando la restitución de las tierras?. No se puede desconocer que pareciera que el Presidente tiene sectores muy poderosos que le impiden hablar de paz, pero que sí quieren hablar de más armamento y de más ejercicios de guerra.

Pero, concretamente, ¿le ve o no voluntad de paz al Gobierno?

El Gobierno lo demostrará después de que pasen las liberaciones. Pero yo sí quiero decir una cosa: no creo que se hubieran logrado las liberaciones sin la voluntad de las Farc, eso es absolutamente claro, pero tampoco si no hubiera habido un ejercicio tan fuerte como el de Colombianos por la Paz para lograr que esto se pudiera dar a través del diálogo epistolar. En nosotros hubo una decisión, y esperamos la del Presidente para que se pueda pensar en un proceso de acercamiento con la insurgencia.

¿Le pediría al Presidente que la dejara ser interlocutora?

No, en absoluto. Somos interlocutores en el espacio donde estamos, como sociedad civil. El Presidente tiene el derecho de escoger quién es su interlocutor frente a la insurgencia. Si una cosa tengo clara es el principio de la realidad: no creo que a él le guste que fuera yo. Pero lo más importante es que a mí no me va a quitar nadie la posibilidad de trabajar por la paz.

A mí se me debe mirar como lo que soy, una colombiana interesada en la paz, que respeta al Presidente y que le reconoce que tiene una tarea en medio de muchas dificultades. Puede contar con mi apoyo desinteresado, independientemente de que ponga a la persona que sea al frente de la búsqueda de los contactos con la insurgencia.

¿El mensaje para el Presidente es que tome una decisión política tras las liberaciones?

Claro, y eso no es ningún irrespeto o falta de consideración con él. Estamos cansados de la guerra. Es imposible que no se pueda hablar. Aquí se ha hablado con muchísima gente y se han cometido muchos errores en procesos, pero también se ha avanzado en otros enormemente. Es muy importante decirle al Presidente que no le dé temor tomar una decisión. Consideramos que hay que rodearlo y empujarlo a que la tome ya.

Después de las liberaciones, ¿qué viene en términos de paz?

Colombianos por la Paz comienza un trabajo largo. Vamos a pagar un inserto en EL TIEMPO para dar a conocer un balance general de todo lo que hemos hecho en estos cuatro años de trabajo intenso. Si bien es cierto cerramos el capítulo de las liberaciones unilaterales, continuamos con la responsabilidad de resaltar el tema carcelario.

Hay un informe confidencial de la Cruz Roja, que no conocemos en su integridad, pero sí algo de su contenido, que evidencia la situación tan delicada de inaplicabilidad del sistema carcelario. Queremos abrir un debate serio sobre lo que significa el delito político, incluso en el marco jurídico para la paz que se discute como propuesta para la insurgencia -sin la insurgencia-, por lo que vamos a continuar con el diálogo epistolar.

¿En Colombia hay presos políticos?

El delito político está en el Código Penal, es la rebelión, que significa eso, rebelión contra el Estado, y es un delito político porque, si no, se llamaría delincuencia común. Fuera de eso, está contemplado en el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y en los protocolos y convenios que Colombia suscribe.

Pero otros dicen que imputar un delito político no convierte a la persona en un preso político…

Es la concepción amañada para evadir que hay un conflicto armado, que es social y político. En el marco jurídico para la paz, que se discute unilateralmente en el Congreso, esto va a ser un tema de discusión y pensamos que la insurgencia se debe pronunciar.

¿Cómo va a buscar que las guerrillas se pronuncien?

A través de una de las cartas del diálogo epistolar les podemos enviar a las Farc y al Eln el texto de la iniciativa. Lo complejo de ese marco es que, seguramente, las guerrillas no le van a decir a todo que sí, pero presentándoselo podemos medir la temperatura para un eventual diálogo. Además, se está armando una movilización muy fuerte para presionar el diálogo y, hay que decirlo, parece que se van a radicalizar las posiciones para atajar procesos. Pero el 23 de abril vamos a salir a marchar por el diálogo como salida al conflicto.

¿Quiénes deben estar en una mesa de negociación?

Militares, la insurgencia -indiscutiblemente-, los gremios, los empresarios y la sociedad civil, como nosotros. También, los partidos y muchos sectores de la sociedad.

¿Qué viene para Piedad Córdoba?

Lo mismo, seguir trabajando, como lo he hecho hasta ahora, y lograr de la mano de este Presidente, o del que venga, o en la reelección, eso es lo de menos, la posibilidad de que se sienten. Estaremos ahí trabajando para que no se paren, porque esta vez sí hay que lograrlo definitivamente.

Texto y Foto/El Tiempo-Bogotá