Un total de 346 pasajeros se salvaron de de morir en un trágico accidente de avión gracias a la valentía del capitán de vuelo de la aerolínea Orenair, que viajaba desde Punta Cana hacia Moscú.
Unos 15 minutos después del despegue, uno de los motores del avión Boeing 777-200 se incendió cuando la nave se encontraba a una altura de casi 5.000 metros, en ese momento, el capitán decidió dar media vuelta cuando ya volaba sobre el océano y volver al aeropuerto de Punta Cana. Gracias a la profesionalidad de la tripulación y la determinación del piloto de volver al aeropuerto, se pudo evitar una tragedia realizando un aterrizaje de emergencia. Afortunadamente, nadie resultó herido. Así lo informaron los medios rusos.
Durante la maniobra fue necesario arrojar en pleno vuelo casi todo el combustible e intentar extinguir el fuego del motor. Con la amenaza de producirse una explosión en cualquier momento más los gritos de pánico de los pasajeros a bordo, el piloto ruso mantuvo la calma y logró aterrizar sin percances.
“A pesar de que los aviones están preparados para responder bien en esta clase de situaciones, pilotar uno de estas dimensiones con un solo motor mientras el otro arde es una maniobra increíblemente difícil”, aseguró el piloto de la aerolínea.