“Estar embarazada en un país en desarrollo representa un riego”, opinó Edward Romero, director Médico de la Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam), quien no dudó en afirmar que “estar embarazada no siempre representa una buena noticia”.
En la Tercera Jornada de Derechos y Salud en Sexualidad y Reproducción realizado en la Universidad Central de Venezuela, Romero explicó que en las regiones en desarrollo “se conjugan razones sociales, económicas y educativas que pudieran influir negativamente en la condición fisiológica de la mujer”.
SUBDESARROLLO COMO CAUSA
Indicó que según datos publicados en 2014 por las Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo mueren a diario un promedio de 800 mujeres embarazadas, debido a causas previsibles como hipertensión, infecciones y el aborto. Estas causas, indicó, “están vinculadas a las condiciones-país propias de las regiones en desarrollo”. Detalló que la incidencia de esta afecciones representa 80% de las defunciones.
La OMS también ha señalado que el problema se agrava debido a “las barreras de acceso a los métodos de planificación como, por ejemplo, los anticonceptivos”. A esto se suma “la falta de políticas de Estado y de estrategias de educación integral en sexualidad” que “son determinantes fundamentales en el problema de abortalidad materna”.
OTRAS CAUSAS
Durante su conferencia en el auditorio de la Escuela de Educación de la UCV, el ponente manifestó que, según datos de la OMS, las mujeres embarazadas son víctimas de la pobreza y la discriminación propia de sociedades que, como Venezuela, “se basan en sistemas patriarcales, con una realidad social que incentiva la exclusión de la mujer”.
Otro dato aportado por Romero, apunta a que, mientras más amplios son los territorios y más pequeñas sus concentraciones urbanas, con grandes espacios despoblados, mayor es la mortalidad materna.
En el caso venezolano, precisó, el estado Amazonas es el territorio con mayor índice de mortalidad de mujeres embarazadas, con 143 muertes maternas promedio por cada 100 mil nacidos. A su entender, este fenómeno se relaciona con la distribución desigual de recursos sanitarios, educativos y económicos.
“Todas la mujeres en edad fértil están expuesta al riesgo”, apuntó el expositor basado en el documento de la OMS, sin embargo, con respecto a las féminas latinoamericanas, dijo que el peligro a fallecer durante los nueve meses previos al alumbramiento, es mayor que el de las mujeres de países desarrollados.
De acuerdo con Romero, en Venezuela, según informes de 2013 del sistema de salud nacional, en el país ocurrían 65,4 muertes maternas promedio por cada 100 mil nacidos vivos. Agregó que para esa fecha, Amazona, Vargas, Delta Amacuro y Zulia tenían las tasa de mortalidad materna más alta con un índice superior a 93 fallecimientos.