El gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera Pietri, los recibió y les dio la bienvenida en nombre del presidente Nicolás Maduro
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El gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera Pietri, en nombre del Presidente de la República, recibió ayer a otro grupo de venezolanos que había migrado a Brasil y no encontró posibilidades de desarrollo en esa nación.
La información la suministró la autoridad de Bolívar en Twitter. Señaló que los connacionales fueron trasladados al país con el apoyo del Gobierno Bolivariano.
Se trata del Plan Vuelta a la Patria, impulsado por el Jefe del Estado para recibir a venezolanos y venezolanas que desean regresar al país tras ser víctimas de xenofobia, discriminación y explotación laboral.
“Los invito a volver”
“A todos los venezolanos y venezolanas que se han ido y desean regresar del esclavismo económico al que han sido sometidos, los invito a que se vengan a vivir y a amar la patria, bienvenidos nuevamente”, expresó el presidente Nicolás Maduro en una de sus transmisiones conjuntas de radio y televisión.
Esta semana también llegaron al territorio nacional 89 venezolanos provenientes de la ciudad de Lima, Perú, que habían sido maltratados y expuestos a una fuerte campaña de xenofobia, informaron ellos mismos al canal de noticias Telesur.
“En Venezuela nunca hemos tenido campañas de xenofobia como las hay en otros países de la oligarquía, este un país especial y debemos aprender a valorarlo”, señaló el Presidente.
Destacó que en el país habitan 6 millones de colombianos que han sido incluidos en las políticas sociales de la Revolución Bolivariana.
“De cada 10 viviendas que son entregas dos son a familias colombianas”, enfatizó.
El Jefe del Estado reiteró que apoyará a todos los que deseen regresar, como parte del Plan Vuelta a la Patria, dirigido a todos los venezolanos y venezolanas que emigraron del país “engañados por sectores oligárquicos, quienes los empujaron a un sistema de maltrato en diversos países del mundo”.
Venezuela: El mejor hogar
Eulalia Tabares, directora de Relaciones Consulares del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores (Mppre), intervino ayer en el programa Derechos Humanos en Revolución, transmitido por Radio Miraflores 96.5 FM, y habló ampliamente sobre los 89 compatriotas que regresaron a suelo venezolano tras haber pasado por todo tipo de vejámenes en Perú.
Tabares relató que en el mes de abril ya había un acercamiento espontáneo de los venezolanos al consulado venezolano en Perú.
“Había alrededor de 40 personas que voluntariamente solicitaron su repatriación”. De igual forma, Tabares expresó que entre los venezolanos y venezolanas que regresaron se encuentran adultos mayores y familias enteras que dejaron todo para irse tras “ese sueño o ese espejismo”, destacó la funcionaria.
Asimismo, conversó sobre las consecuencias psicológicas del trato que recibieron estos venezolanos en la nación inca.
Por ejemplo, están “dos casos de enfermedades mentales, que justamente se detonaron por la depresión que les genera el encontrarse solos allá, sin ayuda, explotados, sin condiciones, sin quien les tienda una mano amiga”, expresó la directora de Relaciones Consulares.
La funcionaria también detalló que entre los 89 connacionales que retornaron al país, estaban 26 niños y niñas que durante su estancia en Perú recibieron un trato de carácter discriminatorio en las escuelas donde cursaban estudios.
“Nosotros, la revolución, respetamos la movilidad humana como un derecho fundamental, pero esta debe ejercerse con responsabilidad, tiene que ejercerse con conocimiento”, sentenció.
Señaló que desde los organismos del Estado se está trabajando para que al momento que decidan emigrar lo hagan de la forma más segura posible.
“El mensaje es para aquellos que están pensando en emigrar, hay que entender que la patria es nuestro mejor hogar”, dijo Tabares en la entrevista.
“Trataban mal a la niña”
De acuerdo con una nota publicada por el Ministerio de Comunicación e Información, una familia de larenses, formada por Sara Medina, su esposo y sus dos hijos de 13 y 7 años de edad, decidieron partir a Perú a mediados del mes de abril con la esperanza de que en la nación inca tendría un nivel de vida óptimo.
A las pocas semanas de haber llegado a Perú, tanto Sara como su esposo, de profesión abogado, consiguieron un “trabajo” en una tienda. Ambos trabajaban 20 horas diarias, jornada que no era suficiente para reunir el dinero que les permitiera costear los gastos de hospedaje, comida y colegio de sus dos hijos, quienes a su corta edad también fueron víctimas de xenofobia por el simple hecho de ser venezolanos.
Su pequeña hija de tan solo 7 años fue privada de compartir actividades con los demás niños del colegio donde estudiaba, hecho que la llevó a sufrir una crisis a raíz del maltrato psicológico al cual estuvo expuesta. “Los docentes del colegio trataban mal a la niña, cuestión que le generó inseguridad y un trauma psicológico”, relató su madre.