En el segundo debate presidencial de cara a las elecciones de Brasil el 5 de octubre, la dignataria Dilma Rousseff cuestionó las promesas de la candidata del Partido Socialista de Brasil (PSB), Marina Silva al pedir explicaciones de la fuente de los recursos con los que materializará las obras.
La aspirante a la reelección aseguró que en el país que representa no existe recesión económica, como han difamado sectores opositores a su Gobierno.
“Aquí lo que existe son programas de inversión social que benefician al pueblo brasileño”, precisó la dignataria que busca su segundo mandato.
Sin embargo, aseguró que si hay una caída de la actividad económica en la nación, es momentánea. “El desempleo se ha reducido considerablemente y estamos entre los cinco países que reciben exportación externa de forma mínima”, indicó.
Entre los tres candidatos, Rousseff se alzó con las propuestas más sólidas, entre ellas, destacó los logros obtenidos a través de los programas de salud y educación.
Rousseff, se perfila como la ganadora de las venideras elecciones del 5 de octubre al recibir el apoyo del 38 por ciento de la población total del país.
Por su parte, la abanderada del PSB, Marina Silva, sin propuestas novedosas, basó su discurso en descalificar la gestión -con considerables frutos en materia social- de la Presidenta.
Cerca de 140 millones de brasileños están convocados a ejercer su derecho al sufragio en los comicios generales del 5 de octubre para elegir al presidente y vicepresidente, además tendrán la responsabilidad de votar por los gobernadores de 27 unidades políticas más senadores y diputados.