La empresa procesa mensualmente 780 toneladas|Control obrero aumentó en 40% productividad de CVG Alucasa

"Actualmente esta plana es parte de nuestras vidas y de la comunidad"

El capitalismo no sucumbe con sólo mencionar la palabra socialismo. Por ello, la fuerza laboral de la empresa de la Corporación Venezolana de Guayana Aluminios de Carabobo S.A (CVG Alucasa) no se quedó sólo en palabras. Desde que se implementó el control obrero, hace dos años, la planta fabricante de artículos de aluminio aumentó la productividad en 40%.

Con 650 trabajadores, esta factoría -ubicada en la Carretera Nacional Guacara-San Joaquín- elabora y comercializa laminados de aluminio de bajo espesor para consumo masivo e industrial en los mercados nacionales e internacionales.

Raúl Pinto, miembro del sindicato de la planta, explica que la empresa perteneció a la antigua estatal Alcasa. “Posteriormente pasó, en la década de los años 90, a manos de intermediarios bancarios a través de un remate efectuado por Fogade. Se convirtió en una empresa con 50% bajo control de Alucasa y 50% de los intermediarios bancarios”.

En 2006, nuevamente, CVG Alucasa volvió a ser ciento por ciento del Estado venezolano. “Pero, hace dos años, cuando la empresa estaba en transición y aún había acciones del sector privado, los trabajadores detectaron que parte de la directiva desviaba los recursos”, señaló Pinto.

“Para ese tiempo teníamos una obsolescencia tecnológica como de 20 años. Las trabajadoras y los trabajadores, en vista de que no se estaban invirtiendo los recursos para esas mejoras, y otras más, tomamos la decisión de empoderarnos de la planta”, relata.

Pinto recordó que “en ese tiempo asumimos el mando del portón de las instalaciones, sin parar la producción, y logramos expulsar a parte del tren gerencial. Algunos de los gerentes de ese tiempo, que aún están con nosotros, se pasaron a la lucha digna de los trabajadores. Simplemente todos vieron que esa antigua directiva estaba llevando la fábrica a su liquidación”.

“Una vez que quedamos al frente de la planta, asumimos el reto de sacarla adelante con la conducción del control obrero. De manera que elegimos en asamblea a los nuevos directivos que iban a estar transitoriamente, mientras conseguíamos sacar a la empresa del foso donde se encontraba”.

En aquel momento la producción estaba en 500 toneladas mensuales. Hoy, se producen 780 toneladas, contrastó Pinto. “Eso lo conseguimos porque una vez que las comisiones de trabajadores empezamos a meternos en los procesos productivos y de comercialización, nos dimos cuenta de que nuestro aluminio se estaba regalando. Estábamos produciendo por debajo de nuestros costos”, recalcó.

Desde el punto de vista de Pinto, uno de los grandes logros que ha tenido el control obrero ha sido sincerar los precios del aluminio. De esta forma se alivia la carga que tiene el Estado. “Cumplimos con ese mandato de nuestro comandante Chávez cuando indica que la empresa debe ser autosustentable”, enfatizó.

“A los trabajadores nos mueve un compromiso social. Aquí no llegamos a las 7:00 am y luego nos vamos en la tarde sin importar más nada. Actualmente esta planta es parte de nuestras vidas y de la comunidad. Estamos en un crecimiento del ser humano, pues no se trata de un simple control obrero por reivindicaciones, sino para hacer una revolución socialista”, subrayó Pinto.

COMUNA DE TRABAJADORES

Una de las ideas que han surgido al calor de la experiencia obrera en CVG Alucasa es la de conformar una Comuna de Trabajadores en el estado Carabobo. Y para ello se han coordinado esfuerzos con las masas laborales de otras empresas socialistas de la entidad.

Joel Rojas, trabajador de CVG Alucasa, asegura que esa comuna es un planteamiento novedoso, y su fin procura la unificación de esfuerzos para golpear el modelo capitalista y edificar el socialismo.

Aclara que el presidente Chávez necesita unidad en los frentes “para desterrar viejos vicios y cimentar los nuevos valores humanos, en lo material y en lo espiritual. No sólo es que se recuperen los medios de producción, sino también la conciencia del deber social. Es una tarea titánica pero no imposible”.

CAMBIO DE VIDA

En la actualidad las trabajadoras y los trabajadores gozan de todos los beneficios que ofrece la Revolución, que antes eran negados.

Yesenia Villegas, gerente de recursos humanos, puntualizó que la reivindicación más importante conquistada en CVG Alucasa ha sido “el poder de decisión y participación”. Y agrega: “Haber arrancado de aquí las ansias mercantilistas fue un gran beneficio”.

La trabajadora y el trabajador tienen bono alimenticio de 720 bolívares, además de un comedor, servicio de trasporte, bono para útiles escolares y navideños, entre otros beneficios, enumeró Villegas.

Uno de los planes revolucionarios que adelanta la empresa es el aplicado en la parte de salud. “En vez de utilizar un seguro de HCM –especifica Villegas-, la CVG Alucasa se entiende directamente con las clínicas a la hora de una emergencia. Establecemos convenios. Con este método no pagamos HCM que muchas veces no es utilizado. De tal manera que nos ahorramos una cantidad de dinero impresionante”, celebró.

COMUNIDAD Y EMPRESA

Jhon Ortiz, analista de gestión social, indicó que la industria, desde que los trabajadores asumieron las riendas, abrió sus puertas a las comunidades de Guacara. “Articulamos con las organizaciones sociales y los Consejos Comunales para el desarrollo productivo que brota en toda Venezuela”.

Ortiz asevera que existen dos frentes para la vinculación con las comunidades. En primer término, las ayudas sociales por concepto de proyectos socioproductivos. En segundo lugar, el enlace con las misiones sociales.

“Tenemos algunos proyectos que han presentado las comunidades de Aragüita, en los cuales se prevé la instalación de una biblioteca virtual. Ya se están ultimando detalles con los voceros de esas comunidades para asignar los recursos”, comentó Ortiz.

Para Isthar Ferrer, uno de los trabajadores de la gestión comunicacional de la factoría, los lineamientos del Plan Guayana Socialista y el Plan Simón Bolívar son cumplidos a cabalidad por la clase trabajadora.

“Desde nuestra trinchera –añade Ferrer- desarrollamos los medios de comunicación que permitan fomentar la concienciación ambiental en las comunidades, impartir conocimientos y apoyar el compromiso con el ambiente”.

Dentro de la planta se efectúan actividades sociales, deportivas, recreativas, de formación política, alimenticias. Existe la inclusión total del ser humano, aunado a la proyección y articulación con otras organizaciones sociales e instituciones, destacó Ferrer.

PROCESO POCO CONOCIDO

No son pocos los que se preguntan, al momento de envolver un alimento en papel aluminio, cómo se trata este material mineral para que llegue a esa presentación tan flexible. Muchos también se interrogarán, al momento de rasurarse, sobre el origen de las hojillas de las afeitadoras.

En CVG Alucasa se inicia todo con el proceso de fundición. Allí comienza el largo viaje hasta llegar al producto final. En ese primer término se introduce la materia prima conformada por lingotes de aluminio primario, chatarra de aluminio y algunos materiales para la aleación (entre ellos, manganeso, hierro y silicio). Los lingotes o pailas de aluminio primario deben ser precalentados antes de ser introducidos en el horno con la finalidad de eliminarles la humedad que puedan tener.

Una vez iniciado el proceso de fusión se deben agregar sales de fundición al horno, las cuales tienen como función hacer flotar las impurezas que puedan contener el aluminio primario y la chatarra. Las impurezas son retiradas del horno una vez que las sales de fundición han actuado; todo esto ocurre durante el proceso de fusión.

Más tarde se inyecta titanio-boro con la finalidad de refinar el tamaño del grano de la aleación. Posteriormente la mezcla pasa por un filtro para ser limpiada de impurezas, y queda lista para el siguiente paso: la colada continua.

Durante la colada, se hace fluir la mezcla entre dos rodillos que tienen una camisa por la que pasa agua, con la intención de inducir un choque térmico. De esta forma se obtiene la solidificación del metal a medida que se va conformando la lámina, estandarizada en 6 milímetros de espesor, y cuyo ancho varía según sea los requerimientos y especificaciones de la solicitud.

La lámina que se produce en la máquina de colada es enrollada en un eje metálico llamado mandril. Una vez que el rollo tiene el diámetro exterior requerido, se desmonta del mandril. De esta etapa sale el primer producto terminado que ofrece la empresa: la lámina de alto espesor.

El otro proceso es el de laminación, en el cual dos cilindros giran en sentido contrario para comprimir la masa de metales maleables como el aluminio. Se estiran en lámina o plancha hasta llegar a espesores de foil (hoja delgada). Éstas se obtienen por un conjunto de pases a través de una serie de laminadores.

La fase siguiente es el acabado. Se le añade algún atributo o valor agregado, requerido por las clientas y los clientes a la superficie del aluminio.

Con el empaquetado concluyen las etapas de los productos de la CVG Alucasa. Se colocan convenientemente los distintos productos dentro de cubiertas que se transportan o almacenan de acuerdo con los requerimientos.

T y F/ Luis Tovías Baciao
Guacara

HISTÓRICO TRÁNSITO

Las instalaciones que actualmente pertenecen a CVG Alucasa datan de 1967. Hasta el año 1993 la empresa dependió de la división de laminación de CVG Aluminio del Caroní, S.A. (Alcasa).

El 29 de diciembre de 1993 se cerró una operación mediante la cual se capitalizó una deuda de la CVG Alcasa con un total de 16 entidades financieras, con lo que se dio origen a una nueva compañía denominada Aluminio de Carabobo, S.A. (Alucasa), conformada con los activos de la División de Laminación Guacara.

Para ello, los bancos involucrados constituyeron una empresa denominada Tenedora Aluholding C.A., la cual mantuvo la propiedad de 51% de las acciones de Alucasa; 49% restante era del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) y CVG Alcasa.

En el mes de julio del año 2004 Fogade realizó una cesión a la Corporación Venezolana de Guayana del 50,03% de las acciones de Tenedora Aluholding, pertenecientes a las entidades Financieras en liquidación. El 31 de enero del 2006 fue aprobada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en Consejo de Ministros, la compra -por parte de la Corporación Venezolana de Guayana- de las acciones que poseía la banca privada (49,98 % ) en Tenedora Aluholding C.A.

Un saludo revolucionario,hoy los pueblos toman espacios hacia el desarrollo de un estado que estaba reprimida por el capitalismo que lo que hacia es humillar a los trabajadores ,lo puedo decir con propiedad porque yo trabajé hace 10 años en la empresa alucasa y fui despedido por un departamento de recurso humano con unos lineamientos a favor del sector privado que lo que prentendia era comprar la parte del estado con el engaño de los trabajadores, aquellos empleados que estaban en contra de esta trampa fueron despedido con escusas fantasma e intimidado y presionando con aliados internos. Gracias a dios y al proceso revolucionario estas maniobras se estan acabando poco a poco se puede ver una conciencia hacia el colectivo claro no es facil porque todavia hay personas con un paradigma individualista y clasista,por este motivo tenemos que continuar desarrollando la educación en todos los espacios porque solamente así podemos salir adelante y dejarle a nuestros hijos una patria b