La Jornada Mundial de Juventud (JMJ) comenzó oficialmente este martes en las playas de Copacabana en la ciudad de Río de Janeiro, donde unas 400 mil personas participaron en la inauguración de este evento que contará con la presencia del Papa Francisco.
En el evento un joven brasileño leyó un texto escrito por el Papa antes de que el arzobispo de Río, Orani Tempesta, iniciara una multitudinaria misa.
En este mensaje, el Papa pidió a los jóvenes que participan en la Jornada que se dejen «atraer por Jesucristo» y se conviertan en «misionarios».
Asimismo, Francisco, expresó antes de la misa, a través de su cuenta de la red social, Twitter, «queridos jóvenes, Cristo tiene confianza en ustedes y les encomienda su misma misión: Vayan, hagan discípulos».
Poco después, el arzobispo de Río, se dirigió a los jóvenes que «aceptan la mano tendida de la iglesia» y celebró «por todos los que creen que un nuevo mundo es posible (…) por todos los jóvenes, incluidos aquellos perseguidos o lastimados por la vida, (…) desempleados, sin familia, que deambulan por las calles o están en prisión».
Deseó también que todos «participen de un profundo encuentro con Cristo y regresen a sus países como misioneros de una nueva evangelización».
Según la policía de la ciudad, más de 400 mil personas formaron parte de la inauguración de la JMJ y poco antes de que esta iniciara asistieron a conciertos y rezaron el rosario misionero para pedir paz en el mundo.
Asimismo, jóvenes voluntarios cargaron una cruz y una imagen de la virgen María, símbolos de la JMJ, hacia el enorme podio donde se desarrolla el evento.
Voluntarios cargaron la cruz y una imagen de la virgen María, símbolos de la JMJ, hacia el enorme podio donde se desarrolla el evento.
«La organización ha sido un poco lío, pero de a poco vamos entrando al sistema», dijo a la prensa el joven Fernando Cila, oriundo de Buenos Aires, y añadió que «hay mucha gente en la calle de América Latina».