Polémica iniciativa: Amazon consigue patentes para pulseras inalámbricas que controlan a sus trabajadores

Amazon, pulsera y control son tres palabras que encadenadas en la misma frase pueden poner los pelos de punta a cualquier trabajador de gigante del comercio mundial. La empresa de Jezz Bezos ha cosechado una poco agradecida fama por su política de gestión de personal y una noticia publicada por la web especializada en tecnología GeekWire, ha desatado la alerta ante un posible endurecimiento de ese trato a los trabajadores.

Según Geek Wire, Amazon ha conseguido la autorización de dos patentes con las que quiere desarrollar una pulsera inalámbrica para monitorizar los movimientos de sus trabajadores en los almacenes logísticos de la compañía. Técnicamente, se trataría de un dispositivo que a través de ultrasonidos y emisiones de radio sería capaz de identificar el lugar exacto de las manos de los trabajadores dentro de las inmensas estanterías que contienen todos esos productos que los consumidores no dejamos de demandar.

El objetivo para el que está concebido este artilugio es, según la información publicada, facilitar a los empleados la localización de los productos de cada pedido. “Simplificar las tareas que consumen mucho tiempo, como responder a los pedidos y empaquetarlos para una entrega rápida. Con la guía de una pulsera, los trabajadores podrían completar los pedidos más rápido.”, explican en el New York Times.

Un grupo de personas protesta contra una nueva medida de la compañía de comercio digital estadounidense Amazon para rastrear a sus trabajadores en Roma
Un grupo de personas protesta contra una nueva medida de la compañía de comercio digital estadounidense Amazon para rastrear a sus trabajadores en Roma (Alessandro Di Meo / EFE)

La explicación se asemeja mucho al concepto Amazon Go, la tecnología sobre la que pivota su tienda recién inaugurada en Seattle, en la que los clientes acceden a través de un código en su smartphone y esa identificación ayuda a monitorizar automáticamente en función de su ubicación todos los artículos que adquieren.

Pero lo que puede ser una idea estupenda para un cliente clientes, puede que no lo sea tanto para los empleados. Al menos así lo ha testado el New York Times, que tras conocer la noticia ha consultado a empleados y ex empleados de la compañía sobre sus impresiones. Sin duda, la primera es miedo. Según el periódico neoyorquino, los empleados de almacén de Carteret, situado en Nueva Jersey, son conscientes de que cualquier avance tecnológico que desarrolla Amazon no sale a la luz sin que antes haya sido probado por sus empleados. Ellos, han sido testigos de anteriores innovaciones y no descartan serlo también de esta futura pulsera.

Sin despreciar el posible beneficio que esta herramienta pueda aportar a la eficiencia de su actividad, los empleados consultados por el New York Times temen que sirva para agudizar la extrema presión que la compañía ejerce sobre sus empleados.

Desde LaVanguardia.com hemos querido conocer, si en el caso de que Amazon quisiera implantar esta tecnología en España, las leyes de protección a los trabajadores lo permitirían. La abogada Belén Jiménez, experta en Derecho Laboral de la firma Espacio Legal, asegura que sí. “La legislación española permite la utilización de tecnologías que faciliten la organización del trabajo e incluso el control, por parte del empresario, del correcto cumplimiento de las tareas recogidas en el contrato de trabajo”, explica.

Pero, como ha ocurrido en EEUU, las dudas surgen en los límites. ¿Dónde termina la gestión del trabajo y donde comienza el control de privacidad cuando se trata de controlar los movimientos de un trabajador?

Ex empleados de Amazon, citados por el New York Times, temen que esto termine exigiendo a los trabajadores actuar como robots, a la misma velocidad y sin poder modificar en ningún caso las pautas programadas.

En opinión de Belén Jiménez, “el empresario puede ejercer el control de los trabajadores siempre que este sea compatible con la dignidad del trabajador”, asegura. Eso significa que sería muy difícil que España prohibiera a Brezos la implantación de la mencionada pulsera. En caso de los empleados sientan un control excesivo sobre su trabajo o su actividad personal no tendrían más remedio que, como ocurre hasta ahora, trasladar esa queja a la Justicia y quedaría en manos de los jueces valorar si la compañía traspasa los límites de la dignidad personal.

Eso sí, la abogada de Espacio Legal, también ve un aspecto positivo a una pulsera controladora del trabajo. “Eso significaría que toda la actividad de los trabajadores estaría registrada electrónicamente y así la inspección de trabajo tendría más facilidades para verificar si se hace o no horas extra y si esas se abonan adecuadamente”.

Beneficios y riesgos que, sin duda, tendrá que valorar Brezos y su equipo antes de decidir si continua adelante con el desarrollo de su pulsera controladora o guarda las patentes en un cajón.

F/lavanguardia.com
F/AFP