Represión luego de la marcha por Santiago
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Fueron cientos de miles los argentinos que se reunieron en el centro de la ciudad de Buenos Aires y en más de una docena de ciudades del país para reclamar por Santiago Maldonado, el joven a quien la Gendarmería del Gobierno de Mauricio Macri desapareció.
La movilización transcurrió de forma pacífica y sin incidentes, hasta que ya casi a su término apareció la represión policial. La violenta acción de los cuerpos policiales parecía querer escarmentar al pueblo, Argentina es un país que hace cuatro décadas conoció la práctica de las desapariciones masivas de personas. Macri le ha hecho revivir la tragedia.
Una “cacería”, así lo calificaron los medios argentinos que no pertenecen a los oligopolios de la comunicación. Treinta y un personas fueron detenidas, entre ellas cuatro periodistas, también otros reporteros alternativos. Nadie supo explicar a qué se debió la feroz arremetida de la policía de Buenos Aires, si identificaron montones de funcionarios de civil, algunos mimetizados con identificativos de organizaciones sociales ¿infiltrados? Una fotografía los muestra, allí en el cordón policial, luego de, tal vez, haber finalizado su misión.
UN MES SANTIAGO
Ayer se cumplió un mes sin que se supiera del paradero de Santiago Maldonado, luego de que este acompañará en la provincia de Chubut una movilización del pueblo mapuche en defensa de sus territorios. Un peligrosos agravio para los exclusivos terratenientes de la zona y sus socios, Benetton, que se hicieron amos y señores de las tierras mapuches y argentinas. La oligarquía local regenta grupos de represión uniformados, que mal pueden llamarse policía; total, no cuidan la seguridad de la gente, solo la de los ricos.
A pesar de las denuncias y testimonios, el Gobierno de Macri decidió no escuchar los reclamos y se colocó, sin pensarlo y sin titubeos, en la barricada de los funcionarios implicados. Así lo ha subrayado una y otra vez la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El sábado por la noche, Sergio Maldonado, hermano de Santiago, cuestionó al Mandatario: “¿Cómo puede ser que no abra la boca durante un mes y no diga nada?». Y agregó: «Le diría que agarre y actúe como presidente, no como un empleado, porque parece un empleado de grandes corporaciones, que está defendiendo los intereses de terratenientes”.
Pablo Noceti, el jefe de gabinete de la ministra Bullrich, fue visto en Resistencia de Cushamen, el lugar donde desapareció Santiago, el mismo día del operativo policial. ¿Cómo no se van a defender entre ellos? Si además de eso se trata de un Gobierno y de un presidente que ha negado el terrorismo de Estado ejecutado por la dictadura.
REPRESIÓN, LA MEDICINA DEL MACRISMO
Mientras Macri se preocupa de los “derechos humanos” en Venezuela, se ocupa de violar los de su gente. Mientras Macri habla de “libertad de prensa” en Caracas, su Gobierno se encarga de golpear a periodistas. El diario Tiempo Argentino relata sobre el episodio contra los comunicadores:
“Los uniformados arremetieron sin miramientos y con excesiva fuerza contra trabajadores de C5N, TV Pública. Incluso, hay imagen de Canal 13 que muestran a un policía pegándole una patada en la espalda a una chica que sacaba fotos, que no participaba de ninguna acción violenta”.
Por su parte, el diario Página12 recogió las denuncias de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA), y señalan que entre los detenidos hay dos comunicadores que cubrían la marcha por la desaparición de Santiago Maldonado: Juan Pablo Mourenza y Ezequiel Hugo Medone. Según los testimonios a Mourenza “lo golpearon salvajemente” los uniformados.
“No es la primera vez que quienes ejercemos la comunicación popular, comunitaria y alternativa somos atacados por la represión: ya fuimos baleados, judicializados, y ahora detenidos y encerrados por mostrar lo que sucede”, denunció la RNMA, que exigió “la inmediata liberación de los comunicadores populares que cumplían con su trabajo y el cese del hostigamiento por comunicar y por reclamar”.
También se reportó la detención de los reporteros gráficos Daniel Lara y Daniel Castro Marín. Ambos permanecerán detenidos e incomunicados bajo la acusación de «resistencia a la autoridad» por determinación del juez federal Marcelo Martínez.