La Policía española volvió a arremeter este jueves contra manifestantes de diversas organizaciones civiles que protestaban desde el final de la tarde en la Puerta del Sol en Madrid, en contra de la visita de Benedicto XVI a ese país y de la violencia vista días atrás contra los activistas.
Los cuerpos del orden desalojaron a los manifestantes de la Puerta del Sol a golpes de porra (macana), dejando por lo menos cuatro heridos, y cercaron la zona para impedir que se produjeran más enfrentamientos.
»Me han golpeado cinco o seis veces, vamos desarmados, sin hacer absolutamente nada», dijo Bruno, un joven de 30 años, con sangre en su codo.
Esta nueva convocatoria se produce luego de las protestas ocurridas el miércoles que dejaron un saldo de ocho heridos y unos 11 detenidos.
Esta manifestación fue anunciada por el movimiento 15M y difundida por las redes sociales desde el mediodía , especialmente por Twitter con la frase »concentración para las 20 horas en Sol en protesta por la brutalidad policial”.
La mayoría de los asistentes a la marcha expresaron indignación ante la intervención de las fuerzas del orden del país ibérico.
«Ayer la intervención fue un escándalo» porque los manifestantes eran «ciudadanos con derecho a manifestar su oposición pacíficamente». «Y la forma de este Gobierno de responder es el uso de la fuerza. Fue un escándalo», sostuvo Guillermo, uno de los asistente a la protesta.
Por su parte, Nohelia, otra manifestante consideró que »hoy parece que los ánimos están más calmados, pero parecemos ratones, aquí acorralados. ¿Por qué el Papa tiene que venir con mis impuestos? ¿Quién ha decidido que venga, a quién han preguntado?».
La Policía Nacional tenía levantado un cerco en la Puerta del Sol desde tempranas horas desplegando a un centenar de efectivos ante esta nueva convocatoria.