Por Daniel Córdova Zerpa
A mas de 60 días de la irracional ola de violencia desatada por el ala mas extrema de la oposición venezolana, la mayoría de los venezolanos hemos presenciado con estupor cómo se han especializado en causar muerte, caos, destrucción y daños de todo tipo. Lo que mas duele, por supuesto, son las víctimas fatales del odio. Hasta los momentos van mas de 60 fallecidos, buena parte de ellos asesinados de las formas mas horrendas que se puedan imaginar (quemados vivos, linchados, apuñalados y/o tiroteados).
Igualmente, se ha generado atraso con las afectaciones ocasionadas a toda la infraestructura vial y de distribución de alimentos, así como el saqueo de pequeños y medianos comercios en diferentes ciudades del país. La sin razón guarimbera ha servido de pretexto para quemar, saquear y realizar actos vandálicos a instituciones de salud como hospitales, CDI, ambulatorios y hasta centros educativos, como colegios y liceos.
La vialidad ha sufrido otro tanto, ya que la quema de cauchos y basura en el asfalto genera altas temperaturas que luego causan contratiempos a los conductores, amén de las largas colas. Árboles, defensas de concreto y de metal, vallas de señalización y semáforos han recibido toda la furia de esta legión de lunáticos, que –de acuerdo con las investigaciones adelantadas por los cuerpos de seguridad- no son factores espontáneos.
Al contrario han estado recibiendo entrenamiento, equipos, logística y recursos económicos de parte de grupos de extrema derecha comandados por gente como Julio Borges, Freddy Guevara y Tomás Guanipa, quienes a su vez son teledirigidos desde Estados Unidos.
Mas de 80% de los venezolanos, según Hinterlaces, rechaza el terrorismo guarimbero. Sin embargo, los vándalos siguen. Hasta ahora han saqueado mas de 340 establecimientos, con pérdidas que superan los 50 millones de dólares. Así son los “logros” de esta forma bizarra de ejercer la política.