En la política venezolana, y en la de muchos países, la justificación de las acciones violentas de Estados Unidos, o el silencio cómplice, es directamente proporcional al nivel de financiamiento que se recibe de ese país.
La mayoría aplastante de los diputados opositores votan en contra de cualquier acción que fortalezca la soberanía frente a las amenazas de Estados Unidos, lo que significa que no quieren perder la línea de crédito que tienen con ese país. No solo es dinero del Gobierno estadounidense, también de fuentes privadas.
Se burla Henrique Capriles de las denuncias de la injerencia estadounidense, eso quiere decir que tiene puesta la mascota para continuar recibiendo. Las declaraciones de Henry Ramos Allup en forma de “crítica constructiva” a la política exterior de Estados Unidos, denuncian que AD también participa del festín financiador del Norte.
Actúan como las emisoras de radio y televisión privadas, que nunca hablarán mal de sus patrocinantes porque les cancelan los contratos de publicidad.
La ley prohíbe expresamente el financiamiento extranjero de la política, pero siempre hay modos subrepticios de dar dinero. El mercado negro de divisas tiene como principal función obtener muchos bolívares para hacer política.
Cualquier partido que decida financiarse con micro-aportes de su base de militantes, como el PSUV, siempre será más confiable que los patrocinados por entes externos o por unos pocos millonarios. Aún en el caso en que no estemos de acuerdo con la dirigencia o las decisiones de ese partido. Ojalá que en Venezuela haya más partidos políticos financiados por su militancia.
La regla de oro que debemos recordar, como votantes, es que mientras más dinero reciba un político, o un partido, de pocos patrocinantes, más en deuda estará con ellos y no con sus votantes. Si un líder llega al poder endeudado, estará comprometido a tomar decisiones de política económica que compensen su deuda. Así de sencillo.
Es por eso que capitalismo y democracia son conceptos antagónicos. Democracia es Gobierno del pueblo, capitalismo es gobierno por y para el dinero.