Por Oliver Reina|¡No es fácil ser de oposición! (Opinión)

Esta semana debe haber sido dura para ser opositor. Veamos.

Tras un fervoroso llamado de un sector revolucionario a ejercer un acto de solidaridad y desagravio frente a la ley propuesta desde el Senado estadounidense para sancionar a funcionarios venezolanos que supuestamente violaron derechos humanos, sobrevino una algarabía y apoyo irrestricto casi unánime de la derecha frente al anuncio. Que “al fin Estados Unidos hacía lo debido”, que “el gobierno de Barack Obama estaba colocando en su lugar a este régimen castrochavista”, que “ahora sí era verdad que la izquierda estaba acorralada” … en ese tenor corrieron el grueso de sus comentarios.

Al día siguiente: ¡Horror! A Obama se le ocurre la idea de anunciar que comienza un acercamiento con el Gobierno cubano, que habló en buenos términos con el presidente Raúl Castro, que se restablecen relaciones diplomáticas congeladas por más de cinco décadas y ordenó al secretario de Estado John Kerry (si, el mismísimo Kerry, famoso por su injerencia en asuntos venezolanos) a que retire a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo y tienda puentes para restablecer las relaciones entre ambos países. ¡Fin de mundo! Para colmo a Kerry se le ocurre decir que la decisión de mantener el bloqueo “no ha aislado a Cuba, más bien aisló más a Estados Unidos”. El soponcio, ya era demasiado.

Las reacciones fueron inmediatas. Que “Obama es un traidor”, que cómo es posible apoye a países terroristas y con los comunistas comeniños; la gusanera mayamera declara que es muy pronto para levantar las sanciones contra Cuba, pues apenas se aplican desde 1960 y hasta sale por allá el tristemente célebre Marco Rubio diciendo que hará lo imposible desde el Senado para frenar el diálogo de Estados Unidos con Cuba. En el clímax del delirio, dice presente la María Conchita y encuentra la explicación a la “traición” de Obama: su segundo nombre es Hussein. ¡Dilema resuelto! Pero un momento, guarden capacidad de asombro.

Al día siguiente, con la derecha aún en ebullición y despotricando de la medida que consideraba un freno a la democracia continental, llega Obama y firma la susodicha ley que sanciona a funcionarios venezolanos. ¿Y ahora? ¿Ya era nuevamente de los nuestros? ¿Qué hacer? Setenta y dos horas de contradicciones y malabarismo interpretativo ya era demasiado. En la derecha, el balbuceo continúa siendo el discurso.

Definitivamente, ¡qué difícil debe ser apoyar a la oposición!

@oliv22

La verdad cae por su propio peso, se agotan los argumento ficticio las huida hacia delante, el yo no fui, las contradicciones….están reflexionando y razonando que lo que están haciendo con el mundo esta malo y es malo el mundo le grita en su cara ya basta de tanta arbitrariedades y barbaridades guerra, asesinatos ,,invasiones,anparar,inducir a grupos para derroquen a sistemas políticos que un pueblo eligió vivir libremente que hay de malo en eso…..como le van a despojar a un pueblo sus ganas de vivir en un sistema político ventajoso como lo es el socialismo y que esta dispuesto (la disposición de un pueblo no la para nadie excepto dios y dicen que dios esta con el pueblo)….así lo creo