“Cuando el dinero está de por medio fenece toda participación política, porque el capital no tiene ideología”. Desconozco la autoría de este pensamiento pero me atrevo a usarlo para iniciar este artículo porque concuerda con mi criterio, desarrollado a lo largo de una vida como luchador social y cofundador del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP)-Partido Socialista, al señalar aspectos que hablan de la falta de honestidad y moralidad de algunos actores políticos que con el transcurrir de los años se han convertido en vulgares ladrones que venden su conciencia y principios al mejor postor a cambio de cargos políticos o migajas de pan.
Se ha convertido en práctica rutinaria en la arena política que algunos individuos logren protagonismo, respeto y participación a pesar de su oscuro proceder, incluso contar con expedientes tribunalicios por diferentes delitos: maltratos, agresiones, chantaje, terror, sicariatos, venta de pruebas de admisión en universidades, cobro de vacunas, contratos dudosos con alcaldías o gobernaciones, operación colchón y hasta negociaciones con mafias de drogas, llegando al punto de negociar la tarjeta de nuestra organización política para obtener grandes sumas de dinero además de ser postulado como candidato a alcalde.
A pesar de esta oscura actuación, se desgarran sus vestiduras al proclamar a los cuatro vientos: “Soy socialista y resteado con el proceso revolucionario instaurado por nuestro comandante Hugo Chávez”.
Lo más grave de esta situación es que algunos personajes están al tanto de ello y, por intereses políticos, sindicales y personales se hacen los desentendidos, llegando hasta a otorgarles prestancia y poder político, contribuyendo en esta forma con el grave flagelo de la corrupción en todas sus áreas.
Por lo antes señalado quiero finalizar con otro pensamiento de un gran revolucionario de prestigio internacional, nuestro estimado y recordado Che Guevara: “La Revolución se lleva en el corazón para morir por ella y no en los labios para vivir de ella”