La situación económica del país reclama de la clase obrera múltiples y complejas tareas, no es cualquier cosa vencer la especulación, el contrabando de extracción, el bachaqueo y la manipulación del sistema financiero, pero no hay nada más poderoso que la conciencia revolucionaria de los trabajadores.
Medidas de corte macroeconómico, como las que tienen que ver con políticas cambiaria, monetaria y fiscal han venido siendo tomadas por el gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros, no obstante, se requiere de una victoria política en la calle de parte de las fuerzas revolucionarias, precisamente, este 1° de Mayo, que se conmemora en medio de un duro combate en todos los frentes.
La clase obrera tiene que encarar la lucha por las reivindicaciones económicas; es ineludible recuperar la solidez del salario, ello solo es posible, en las actuales circunstancias, si se vence la inflación y la contracción del crecimiento, que, según el pronóstico publicado por la Cepal, en 2015, será de -3.5 %.
No se trata, únicamente, de levantar la producción, hay que encarar las tareas políticas en el campo de la economía, como es la de una planificación adecuada a nuestra realidad, tanto de la producción de bienes y servicios como su distribución; siempre, eso sí, comprendiendo que el crecimiento sin distribución es capitalismo salvaje y ello a la larga es fuente de nuevos problemas económicos, tal y como lo demuestra la historia reciente de la aplicación de las políticas neoliberales.
Lo que está en la base de las desigualdades sociales es la explotación del trabajador, por parte del capitalista; superar históricamente al sistema explotador es el tránsito del ser humano, del reino de la necesidad al reino de la libertad.
¡Viva el 1° de Mayo! ¡Vivan los trabajadores!