Columna Grano de mostaza|Arepa y cerveza (Opinión)

La economía es muy seria e importante para dejársela solo a los expertos y entendidos.

Es indudable que el tema económico es la principal atención de la sociedad venezolana actual, lo aborda con absoluta responsabilidad el Jefe del Estado y sus ministros para conducir los destinos de la Nación e, igualmente, lo asumen con ocupación las amas de casas y padres de familias.

Todos los medios de comunicación, sectores productivos y comerciales, actores políticos, académicos, laborales y pueblo en general, reflexionan y aportan posibles soluciones a los más variados de sus aspectos.

Cuando la sociedad tiene esta actitud generalizada estamos en el umbral del pensamiento científico y popular de la economía política.

Hay quienes se apoyan en las finanzas, la sociología, la comunicación, el derecho y la ciencia política para entender cómo las instituciones y los entornos influyen sobre la conducta de los mercados y las divisas.

No obstante también afloran las colas, rumores, chismes, burlas y las más variadas conjeturas de la mitomanía urbana para socializar el problema.

Los opinadores de oficio contrastan la realidad circundante con la utopía liberal de la perfección del mercado; mencionan que es preferible dejar a los empresarios y capitalistas los asuntos de la economía fuera de la responsabilidad del Gobierno y la política.

La creencia de que los capitalistas se preocupan por el bienestar del pueblo cada vez tiene menor acogida. Muy pocos millonarios entregan sus haberes para alcanzar el cielo. No hay lugares utópicos donde reine el mundo idealizado de un rico benefactor.

Vivimos con defectos concretos que tenemos que superar. Hace falta harina de maíz para las arepas y empanadas; sin embargo, la misma corporación fabricante de tan preciada mercancía invierte infinitos recursos humanos y financieros, componentes mercadotécnicos y logísticos para producir, embotellar y distribuir hasta los últimos rincones del país a la joya preciada de la corona: la famosa y espumante cerveza.

Falta la harina y el capitalista lo justifica productivamente; no obstante cervezas sí hay por montones. La distorsión de la economía venezolana está ante nuestros ojos y lo vemos como natural.

Es inaceptable moralmente que una corporación empresarial capitalista justifique ante la necesidad de un pueblo estas realidades incomprensibles, lo que hace inexorable reflexionar sobre el rumbo y cambio del modelo económico de nuestro país. Venceremos.

T/ William Fariñas
@williamfarinas

Asi es Camarada.. y hasta gente que dice ser Revolucionario Justifican esta Distrorcion de la economia Nacional…… Es urgente la formacion Politica de nuestros jovenes. Hay infornacion de la existencias de las Escuelas de formación… Pero es minusculo su actuación. Nuestra debilidad está precisamente en NUESTRA CONCIENCIA….