Camino a la Casa Blanca|Candidatos republicanos se pelean para ver quién es el más duro contra la inmigración

Los seis aspirantes a la nominación republicana para las elecciones de noviembre en EEUU se enzarzaron en la noche del sábado, 13 de febrero, en uno de los debates más acalorados de la campaña, marcado por la dureza contra los inmigrantes, tensiones en política exterior y la muerte del juez más conservador del Tribunal Supremo. El duelo se celebró en Carolina del Sur, donde se celebran primarias el 20 de febrero.

Antes de empezar, los precandidatos republicanos guardaron un momento de silencio para honrar al juez Antonin Scalia, fallecido a los 79 años en Texas y cuya muerte abre la batalla para encontrar un sucesor, que debe de ser elegido por el presidente y ratificado por el Senado.

Entre los contrincantes, el exgobernador Jeb Bush fue el único que defendió que el presidente tiene «todo el derecho» a nombrar a un sustituto, como ya anunció Barack Obama que hará antes de dejar la Casa Blanca, a pesar de la amenaza de veto de la mayoría de la oposición republicana del Senado. Su líder, el senador Mitch McConnell, ha dicho que cree que la elección debe retrasarse un año hasta que el próximo presidente tome posesión el 20 de enero de 2017.

Los otros cinco candidatos sobre el escenario urgieron a los republicanos del Senado a bloquear cualquier iniciativa.

«Retraso, retraso, retraso» es lo que pidió a los republicanos de la Cámara Alta el magnate Donald Trump, gran triunfador de las primarias de New Hampshire.

El encuentro estuvo marcado por los ataques personales entre los candidatos, centrados especialmente en Trump, pero también lanzados entre los dos senadores de origen cubano Ted Cruz y Marco Rubio.

Los dos legisladores se acusaron mutuamente de haber cambiado sus posturas sobre inmigración y de haber defendido una «amnistía» migratoria y política, con al menos, una vía para legalizar a los once millones de inmigrantes sin papeles que se calcula que viven en Estados Unidos.

Cruz, senador por Texas, acusó a Rubio de haber dicho en el canal hispano Univisión que no acabaría en su primer día de Presidencia con los decretos que Obama proclamó en noviembre de 2014 para frenar la deportación de cinco millones de indocumentados, la mayoría jóvenes y padres con hijos estadounidenses.

«No sé cómo puedes saber lo que dije en Univisión si no hablas español», atacó Rubio, a quien Cruz respondió en castellano: «Marco, ahora mismo díselo ahora, en español».

«Quiero cuidar de todo el mundo, pero primero necesitamos cuidar de nuestra gente», dijo por su parte Trump, quien reiteró su deseo de deportar a todos los indocumentados que viven en el país y hacer a México pagar por un gran muro en la frontera con EEUU para impedir el paso de inmigrantes «criminales».

Trump, que interrumpió repetidamente a sus rivales, cargó también contra el exgobernador Jeb Bush, a quien criticó por el «gran error» que a su juicio fue la guerra de Irak, iniciada por el expresidente George W. Bush y a quien atacó porque el «World Trade Center se derrumbó durante su mandato» el 11 de septiembre de 2001.

En medio de la batalla dialéctica, se metió Rubio, quien defendió al expresidente, aseguró que mantuvo a EEUU «seguro» y se lució con más brillo en este debate tras los fallos del anterior.

La ofensiva de Trump contra Bush se produce justo antes del mitin que el exmandatario y su hermano tienen previsto celebrar juntos en North Charleston, en Carolina del Sur, con el objetivo de impulsar la campaña de Jeb Bush, que todavía trata de abrirse camino como la opción «moderada» a Trump.

Su rival en este área moderada, el gobernador de Ohio John Kasich, trató de reafirmar el éxito conseguido en las primarias de New Hampshire, donde quedó segundo, y urgió sin éxito a sus compañeros a bajar el nivel de las críticas para evitar una victoria de la aspirante demócrata Hillary Clinton.

«Creo que nos estamos posicionando para perder las elecciones frente a Hillary Clinton si no frenamos esto», resaltó Kasich.

«La flexibilidad es algo bueno. Pero no deberías ser flexible en principios fundamentales», afirmó Cruz, uno de los principales rostros del Tea Party, el ala ultraconservadora del Partido Republicano, y quien cargó contra Trump por «ser demasiado progresista» en algunos asuntos, como el aborto.

«Mentiroso» y «desagradable» fueron los descalificativos con los que respondió Trump a Cruz, que en las primarias de Carolina del Sur parte con un 17% de apoyo por debajo del 35,5% del magnate, según la web de Real Clear Politics, que confecciona un promedio diario de los principales sondeos.

FyF/eldiario.es